Cuando contraiga matrimonio Genoveva Casanova y Cayetano Martinez de Irujo previsto para el proximo dia 15 en Sevilla, Genoveva se se convertirá en Condesa de Salvatierra.
La Duquesa de Alba que suele ceder un titulo con Grandeza de España a sus hijos cuando se casan le cedió el título con grandeza de España a su hijo Cayetano hace unos años, así como la finca en la localidad e Carmona (Sevilla), donde los hijos de la pareja pasaron sus primeros años.
El traje de novia, el secreto mejor guardado , aunque en un principio se habló de Carolina Herrera, parece que ha sido Naty Abascal la encargada del estilismo y aún está en la duda de si se pondrá un Valentino o un diseño de Húngaro.La cola del vestido se la llevará su hermano menor, nacido del segundo matrimonio de su padre.
Genoveva ha fletado un vuelo para traer hasta Sevilla desde Mejico a toda su familia e invitados.,
La boda religiosa se celebraré en Dueñas, en la capilla que hay en el Palacio a las seis y media de la tarde del dia 15 de octubre y no en la Iglesia de los Gitanos donde se habia dicho en un principio, donde Cayetano es costalero y donde le hubiera gustado a la Duquesa de Alba.
Los padrinos será el padre de Genoveva, que es adiestrador de animales y la Duquesa de Alba que vestirá un modelo largo y zapato bajo, diseño de Tony Benítez.
Dado que la novia es mejicana, en vez de coro rociero habrá mariachis que entonaran los salmos Cayetana cubrirá parte del patio de su palacio de Dueñas, para evitar miradas indiscretas.Parece que la Duquesa como regalo de bodas a la pareja les ha comprado una casa en Somosaguas.
A última hora ha habido otro cambio importante en la organización de la cena posterior, en un principio se habló con Rafael Juliá como habitual servidor de los banquetes de la Casa de Alba, pero finalmente a instancias de Cayetano será el madrileño Salvador, muy amigo de los novios.
Tras cinco años de noviazgo y haber sido padres de dos hijos mellizos ,Luis y Amina en 2002, la popular pareja pasara por la vicaria, lo que ha supuesto una gran alegría para la Duquesa de Alba que adora a sus nietos y siente un gran cariño por Genoveva. Además será ella la madrina de bodas de su hijo menor.
La boda sera en Sevilla donde se caso la duquesa de Alba en primeras nupcias, donde se caso el duque de Huescar con Matilde Solis y donde se caso Eugenia Martinez de Irujo con Fran Rivera.
Las habladurías sobre por qué el conde de Salvatierra y su pareja no se casaban han dado para mucho: «Casarnos será un paso que daremos más adelante», confesaron el día del bautizo de sus hijos mellizos, Luis y Amina, en 2001.
A pesar de no estar casada con Cayetano, Genoveva ha sido, desde el primer momento, una más de la familia y ha acudido a todo tipo de acontecimientos, como el acto de entrega de la Gran Cruz de la Orden de Alfonso X el Sabio concedida a la duquesa de Alba. Incluso, a pesar de ser poco amiga de la vida social, se ha dejado ver en alguna que otra fiesta con Eugenia, quien se ha convertido, prácticamente, en su mejor amiga.
Mientras todo el mundo especula acerca de si la desposada, o sea, Genoveva Casanova, pasará por el altar vestida de Ungaro, de Valentino o de cualquiera de los diseñadores de postín fichados por Pronovias, el futuro marido, es decir, Cayetano Martínez de Irujo, contraerá nupcias con el uniforme de maestrante de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Un traje que ya luciera en 1998, hace ahora siete años - qué número más cabalístico- cuando ejerció de padrino en la boda de su hermana Eugenia Martínez de Irujo con el torero Francisco Rivera Ordóñez. Era también octubre, el 23, para ser más exactos, cuando el conde de Salvatierra sorprendía a los extraños - los propios, los sevillanos, están más familiarizados- llevando a su hermana del brazo vestido de maestrante. ¿Y qué es un maestrante se preguntarán, por ejemplo, en Ceuta? Pues cada uno de los caballeros de que se compone la Maestranza, una corporación nobiliaria que tomó a su cargo, en el aspecto castrense, algunos de los cometidos de las antiguas órdenes de caballería, aunque en la actualidad carecen de alcance militar. Este atuendo, al que el Padre Coloma tildara de pintoresco, provocó incluso que una cadena de televisión que retransmitía en directo el enlace matrimonial apuntara, por error, que el traje lucido por Cayetano Martínez de Irujo pertenecía a su abuelo materno, el duque de Alba.
Esta anécdota, que no tiene ni pies ni cabeza, la recuerda el autor del uniforme, el sastre sevillano Fernando Rodríguez Ávila. «Cayetano Martínez de Irujo no tiene la misma constitución que su antepasado, ya que mide casi un metro noventa. Hace siete años le hice el traje y sólo necesitó dos pruebas. En estos momentos lo tenemos en el taller porque le están realizando, en las hombreras que soportan las caponas (charreteras sin flecos), unos bordados en plata. Los motivos son unos pequeños laureles, trabajados por las expertas manos de la especialista en bordados de Semana Santa, Charo Bernardino, autora, entre otras obras, de los faldones de la Soledad de San Lorenzo de Sevilla».
Fernando Rodríguez Ávila, alfayate desde 1970, proviene de una familia de sastres, desde que su abuelo se iniciara en el oficio, en 1887, en su Asturias natal. Ha sido presidente del Gremio de Maestros Sastres de Sevilla y su provincia durante diecisiete años en distintas etapas y es contundente al afirmar que el conde de Salvatierra sabe llevar el traje de maestrante. «Tiene el empaque que le da su realeza».
Y mientras las manos bordadoras de Charo Bernardino se afanan por rematar su obra, los rumores acerca de quién o quiénes peinarán y maquillarán a la protagonista aumentan, en una Sevilla de por sí tan novelera. El estilista sevillano Paco Cerrato, amigo de Eugenia Martínez de Irujo, y todo su equipo, se dedicarán el sábado 15 a arreglar exclusivamente a las invitadas a la ceremonia. Absténganse las clientas habituales, porque la lista ya es larga, sobre todo de testigos de la novia llegadas expresamente de México. Y desde otro país de habla hispana, en este caso de Colombia, aterrizarán con el tiempo justo los integrantes del grupo sevillano «Siempre así» para poder actuar en la boda que el sábado, a las 18:30 horas, se celebrará en el Palacio de las Dueñas de Sevilla.
Ni se lleva mal con la que hoy se convertirá en su cuñada, Genoveva Casanova, ni se ha peleado con su hermano Cayetano ni se negó a ir a la despedida de soltera de Genoveva y sus amigas. Historias para no dormir. Recién aterrizada de Nueva York - donde se fue con Gonzalo Miró tras pasar por París, una vez que Miró inauguró la temporada Halloween de Port Aventura- , Eugenia Martínez de Irujo se «desayunó» ayer con las mil y una fantasías que estos días han circulado por algunos mentideros de los platós, donde se aseguraba hasta la saciedad que no se entendía con su cuñada y que había declinado ir a la boda que hoy se celebrará en el Palacio de Las Dueñas a las seis y media de la tarde.
Nada de nada. Con Genoveva se lleva como siempre, es decir muy bien, y por nada del mundo se perdería el enlace de su hermano que además fue su padrino el día que se casó con Francisco Rivera. Esta tarde estará a su lado y con su hija Cayetana además de toda la familia de la duquesa de Alba y el grupo de amigos que están invitados. También esta tarde coincidirá con su ex Francisco Rivera, que ya ha salido del hospital de Zaragoza donde ingresó de urgencias con una dolencia intestinal tremenda y por la que no pudo torear el pasado día 12 junto a su hermano Cayetano en Fuengirola, donde éste último se despedía de la temporada como novillero para prepararse durante los próximos meses de cara a la alternativa.
Mientras por algunos platós se hablaba y no paraba sobre esa supuesta tirantez de cuñadas - insisto que fruto de la imaginación de algunas mentes- , en Nueva York Eugenia y Gonzalo vivían su particular luna de miel para nada ajena a las cámaras de los reporteros que no han parado de seguirles por todas partes. Por haber, había enviados especiales de dos agencias españoles y otras dos francesas. Hasta el país galo ha llegado el morbo informativo por saber cómo es este romance de la duquesa y el joven Miró que antes de cruzar el Atlántico dejaron constancia de su amor por las calles parisinas.
Por eso este lunes veremos en las revistas del corazón (adelantan su tirada para salir con las fotos de la boda que Cayetano Martínez de Irujo ha pactado con algunos editores que repartirá con los medios que no compren fotos «robadas») la boda sevillana y los románticos paseos de Eugenia y Gonzalo por las calles de la Gran Manzana donde más de una vez han tenido que salir corriendo para evitar que los «paparazzi» les pillaran. De esas carreras y de esos encuentros se hablará la próxima semana. En lo que queda de ésta se ha comentado, y mucho, la poca ternura que se ha visto entre los novios. Más que a punto de contraer matrimonio Cayetano y Genoveva parece que estuvieran tramitando su separación. Son la viva imagen del enfado contínuo. Una sonrisa, por favor.