La infanta Leonor, primogénita de los Príncipes de Asturias, recibió a la una y cuarto las aguas bautismales en uno de los salones del Palacio de la Zarzuela. La infanta, que tiene poco más de dos meses, ha vivido toda la ceremonia, completamente ajena a lo que su nacimiento significa para la continuidad de la Corona. Plácidamente dormida en brazos de su madre, la infanta Leonor, que ha recibido el nombre de Leonor de todos los Santos, no ha parado de recibir carantoñas. Su padre, el príncipe Felipe le acariciaba la cabeza, igual que su abuela, la reina doña Sofía, mientras doña Letizia no dejaba de mirar a su hija con ternura. Los nietos de los Reyes también se han unido al resto de la Familia Real alrededor de la pila bautismal, durante el rito.

La ceremonia, por deseo expreso de la Familia Real, ha tenido un carácter estrictamente familiar y se ha celebrado en el vestíbulo de entrada del palacio de la Zarzuela, donde se ha colocado la pila bautismal de Santo Domingo de Guzmán, una reliquia del siglo XII en la que fueron bautizados la mayoría de los herederos a la corona de España. Desde Felipe IV en Valladolid, en 1605, hasta el actual Príncipe de Asturias, futuro Felipe VI, en una ceremonia que tuvo lugar en el palacio de la Zarzuela en 1968, tan solo unos días después de haber nacido éste.

Aunque inicialmente se especuló con la posibilidad de que el rito religioso tendría lugar en la Capilla del Palacio Real, un marco majestuoso e histórico, la familia Real decidió a finales de año que la Infanta, al igual que todos sus primos, recibiera las aguas bautismales en el Palacio de la Zarzuela. Aunque doña Leonor ocupa el segundo lugar en la línea sucesoria y está llamada a ser Reina de España, tanto para sus padres, los Príncipes de Asturias, como para los Reyes primó en todo momento el sentido religioso y familiar de la celebración. La decisión de no cambiar de escenario, aún tratándose de la heredera, obligó, sin embargo, al personal de la casa a buscar un salón alternativo a la pequeña capilla de palacio donde la infanta pudiera recibir las aguas del Jordán.

Los Reyes, padrinos

La misa ha sido celebrada por el arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela –el prelado que casó a don Felipe y a doña Letizia en mayo de 2004- , acompañado por concelebrantes como el arzobispo castrense de España, Francisco Pérez González. Don Juan Carlos y doña Sofía han actuado como padrinos de la niña. Si el Rey ya sabe lo que siginifica asumir la condición de padrino, por haber representado ese papel con uno de sus nietos, Froilán, primogénito de los Duques de Lugo, la Reina, sin embargo, es la primera vez que amadrina a uno de sus nietos. Ambos Monarcas actúan como padrinos en el caso de futuros Reyes y Reinas de España, según la tradición de la Casa Real española.

La música que sonó durante la ceremonia ha sido interpretada por el Coro de las Religiosas Hijas de Santa María del Corazón de Jesús de Galapagar.

El faldón que lucía la infanta Leonor es otro de los detalles históricos que han caracterizado esta ceremonia. La prenda es la misma que vistió su abuelo, el rey don Juan Carlos, en 1938 cuando recibió las aguas bautismales en Roma, las Infantas y su padre, el Príncipe de Asturias. También los primos de doña Leonor, hijos de doña Elena y doña Cristina, utilizaron esta prenda, debidamente arreglada para adecuarse a la altura de los bebés.