Cita de altura la que tendrá lugar este viernes, 3 de marzo, en el Náutico Sevilla, que rendirá homenaje a todos los deportistas que defendieron su pabellón, y lógicamente el de España, en los Juegos, con la inauguración de la denominada Galería Olímpica. El acto, programado a las 13:00 horas en el salón social con la presencia, entre otras autoridades, del presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, servirá para reconocer el papel realizado en la historia de nuestro deporte por un total de 15 deportistas.
Las disciplinas representadas serán tres: remo, piragüismo y vela, desde los Juegos de Roma 60 hasta los celebrados hace dos años en Atenas. Por tanto, sólo ocho años después de su fundación (1952), el Náutico ya acudía a la cita por excelencia del deporte mundial, representado en tierras italianas por un dos con timonel de remo formado por José Antonio Sahuquillo, Enrique Castelló y Joaquín Real, que entrenado por el recordado Miguel López Torrontegui seguía la senda olímpica sevillana que abriera Leopoldo Sainz de la Maza en polo, allá por 1920 y 1934.
Tras el paréntesis de Tokio 64, en el 68 le llegaría el turno al piragüismo con Gerardo López Espejo, representante en México de un Náutico que cuatro años más tarde repetiría modalidad con Alvaro López Espejo, hermano del anterior.
Y tras estar ausente en Montreal 76 y Moscú 80, en Los Angeles 84 se reanudaría el concurso en los Juegos de Verano de un club sevillano que no ha faltado a la cita desde entonces. En el Lago Casitas californiano llegaría la que es de momento única medalla del palmarés náutico y el de remo español, lograda por el que fuera hasta cuatro veces olímpico Fernando Climent. El dos sin formado por el actual presidente de la Federación Español y el vasco Luis Mª Lasurtegui se colgaba la plata y hacía historia para la boga española, representada cuatro años después en Seúl por el propio Climent y el también náutico Enrique Briones. En tierras coreanas reapareció también el piragüismo para el club situado junto a la Feria con Fernando Fuentes.
En Barcelona 92, el remo asumió el protagonismo con la participación de hasta cuatro deportistas: Climent, Briones, José María de Marco y Fernando Molina. La cifra se aumentaría incluso a cinco en Atlanta 96, cita a la que Climent acudiría ya como presidente de la Española y en la que José María de Marco lograría un diploma olímpico que supo a poco, tras ser cuarto. En los Estados Unidos se estrenarían Alfredo Girón, Juan Manuel Florido y Esperanza Márquez, Polola, que escribía una nueva página de oro para este deporte en nuestro país al ser, junto con Nuria Domínguez, la primera remera olímpica.
Ya en Sidney 2000, la vela abría su etapa olímpica para el Náutico Sevilla con la participación de Mª Carmen Vaz, que se llevaría un diploma en la clase Mistral antes de convertirse en médico del equipo olímpico español. Su discípula más aventajada, Blanca Manchón, haría también historia cuatro años después en Atenas al repetir el diploma en dicha modalidad del windsurf, en su caso con sólo 17 años, siendo la regatista más joven de toda la flota olímpica y obligando al COE a cambiar de cara a Pekín 2008 el reglamento para impedir la participación a menores de edad en vela. La cita helena contó también con la nueva presencia del remero Juan Manuel Florido, que como la menor de la saga de regatistas, actual campeona del mundo de Mistral, se encuentran entrenándose con vistas a Pekín.