El Decano del Ilustre Colegio de Abogados de Sevilla se complace en invitarle, dentro de las actividades de la Comisión de Relaciones Internacionales, a la conferencia que pronunciará Don Abdel Hamid Beyuki, ex presidente de ATIME (Asociación de Trabajadores e Inmigrantes Marroquíes en España), la cual tendrá lugar el 9 de marzo a las 20.00 horas en el salón de actos del Ilustre Colegio de Abogados de Sevilla, situado en la calle Chapineros, nº 6.
La charla versará sobre los "Derechos humanos y migración". Colabora la Asociación Internacional de Juristas Inter Iuris.
Las violaciones de los derechos fundamentales de los migrantes y la frecuente indignidad con la que son tratadas estas personas, ha hecho que la migración haya pasado a ser un tema global y de importancia internacional. Sin embargo y pese a la dimensión de derechos humanos que tiene la migración, ésta se percibe más como un asunto de control de fronteras, que como una cuestión de derechos humanos, quedando éstos en un segundo plano frente a las políticas de contención de flujos migratorios.
Si bien es cierto que los Estados tienen el derecho a controlar sus fronteras y a proteger la seguridad de sus ciudadanos, es preciso que tales objetivos se realicen con plena protección de los derechos humanos de las personas que se desplazan a través de las fronteras internacionales, con independencia de que el país receptor sea de tránsito o de destino.
Generalmente la protección de los migrantes en los países de tránsito es más complicada, propiciado ello por la falta de recursos económicos de tales países y por la carencia de experiencia y capacidad para hacer frente a estos flujos migratorios, no ofreciendo los mínimos servicios de supervivencia. Esta es una situación que afecta a países próximos a España como es el caso de Marruecos.
Ambos países, Marruecos y España, están siendo objeto de una masiva entrada migratoria. Cada año, cientos de migrantes, la mayoría subsaharianos, intentan su entrada en España, a través de las fronteras marroquíes, permaneciendo por tiempo indefinido en el norte de Marruecos en campamentos improvisados. Tanto Marruecos como España en los últimos meses de 2005, han llevado a cabo actuaciones con abuso de fuerza y violación de los derechos humanos de cientos de personas, habiendo sido duramente criticada esta actuación por la sociedad civil y organizaciones internacionales. España y Marruecos como países vecinos que son, deben y tienen la obligación de trabajar conjuntamente por la defensa de los derechos humanos tanto de sus nacionales, como de las personas que por múltiples circunstancias, llegan hasta sus territorios. El trabajo conjunto entre las dos orillas ayudará a no tener que fortalecer y endurecer más las vallas que separan Marruecos de España.