Portugal ha presentado en Ferantur, la Feria Andaluza de Turismo y Desarrollo Rural, su oferta de golf, sol y playa, un combinado perfecto al alcance de cualquiera y que encuentra en la región del Algarve, la Luz de la Lusitania, su mejor exponente. La presentación ha contado con el respaldo institucional de los alcaldes de Faro y Loulé, dos de los municipios que mayor número de turistas atraen durante todo el año.
Un clima suave en invierno y cálido en verano es parte del éxito del Algarve, ya que permite conseguir un buen bronceado en sus diversas playas y calas las cuales invitan tanto al descanso como a la práctica de multitud de deportes acuáticos. De igual forma, los amantes del golf encontrarán multitud de campos, algunos de los más famosos de Europa que, con vistas al mar, presentan diferentes niveles de dificultad para la práctica de un deporte al que se puede jugar en cualquier época del año.
Campos con dificultad de nivel medio, diseñados por reconocidos arquitectos, con entornos paisajísticos fantásticos, hacen del Algarve un destino muy apetecible para la práctica del golf. Por este motivo, paara una semana perfecta, sólo tiene que elegir el campo: Ocean de Vale de Lobo, con fairways ondulados, salpicados de pinos, olivos y eucaliptos; Quinta do Lago Sul, considerado por la revista Golf World como el 28º mejor campo de Europa, cuyo trazado permite posibilidades diferentes para atacar el green; Millennium, situado en el conocido resort de Vilamoura, un campo con fairways y greens suficientemente anchos para, incluso, perdonar algunos desaciertos.
Para los que no practiquen este deporte o vengan acompañando a un jugador, el Algarve se presenta como un mosaico de opciones para realizar paseos como, por ejemplo, el alegre mercado de la ciudad de Loulé, el puerto deportivo en Vilamoura o el centro histórico de Faro donde contemplar su Catedral, el Arco da Vila o el Palacio Episcopal, buena muestra de la riqueza arquitectónica de la zona.
Para relajarse, nada mejor que redescubrir el significado de la palabra soledad y escuchar el silencio de la naturaleza, el bramido de las olas que besan las doradas y cálidas arenas de las playas de Faro, Vilamoura, Quarteira, Vale de Lobo, Garrao ó Quinta do Lago que miran al mar entre arrecifes naturales de gran belleza y que se ven salpicados por el verde inconfundible de una naturaleza aún virgen.
Como no podía ser de otra manera, y dentro de sus innumerables atractivos turísticos, Portugal presentó con especial interés una gastronomía costera basada en pescados y mariscos, entre los que merece la pena reseñar sus gambas, langostinos y cangrejos, sin olvidar, claro está, su bacalao salado cocinado de multitud de maneras y las sardinas asadas que se suelen servir en Fiestas.