El Salón Internacional del Caballo, celebrado la semana pasada en Sevilla, dedicó el viernes un emotivo homenaje a Rocío Jurado. Acudieron su hermana, Gloria Mohedano, y, por supuesto, su viudo, José Ortega Cano. Conmovido, pero sereno, el diestro confesó que se acercan fechas «muy tristes» para él. Ante las fiestas de Navidad, Ortega Cano reacciona, como el torero en el ruedo, exclamando un: «¡Dejadme solo!».
PREGUNTA: ¿Cómo vive tanto homenaje a Rocío?
RESPUESTA: Emocionado y agradecido. Yo creo que a ella éste en concreto le habrá encantado. Yo es que a Rocío la siento conmigo; está muy cerca. Y, desde ese sitio maravilloso en el que, seguro, debe de estar, lo habrá pasado muy bien viendo esos caballos que tanto le gustan.
P: Es usted un hombre sensible.
R: Soy una persona muy sensible, lo tengo que reconocer, para lo bueno y para lo malo. Creo que eso está formado en el tronco de mi persona. Como torero soy así, por eso toreo de una manera determinada. Me emociono y soy de lágrima fácil. Pero en el caso de Rocío no es lágrima fácil, es que tan sólo hace seis meses que ella no está y es muy poco tiempo. Para mí, además, cada mes que pasa es más difícil, lo paso peor. Me doy más cuenta de la realidad.
P: Y ahora encima se acercan las fiestas navideñas.
R: Van a ser unas fechas muy difíciles. Espero que pasen pronto, porque la Navidad sin ella... Es que con ella era maravillosa.
P: ¿Dónde va a pasar las fiestas?
R: En La Yerbabuena. Pero me acostaré muy pronto, me taparé la cabeza y lloraré mucho. Aunque durante el día intentaré estar alegre, sobre todo por los niños, de noche quiero estar solo y llorar.
P: ¿No habrá nadie más de la familia; ni Rocío Carrasco y sus hijos?
R: No. En esas fechas quiero estar solo. Bueno, con mis niños.
«Tengo que buscar casa»
P: ¿Se irá a vivir con ellos a Sevilla?
R: De momento, nos vamos a quedar en la finca. Los niños tienen ya colegio en Sevilla. Más adelante, quizá tendré que buscar una casa más cercana, porque desde Yerbabuena son casi cuarenta kilómetros, lo que supone tres cuartos de hora... Pero lo que me importa en verdad es que ellos estén felices. Su casa seguirá siendo La Yerbabuena; así no notarán mucho el cambio.
P: ¿José Fernando es bueno con el capote?
R: Se está aficionando poco a poco. Por lo menos, que le guste lo que hace su padre. Con eso me conformo.
P: ¿Y qué le gusta a Gloria Camila?
R: La música. Está tocando la flauta muy bien, y la voy a llevar al Conservatorio de Sevilla para que aprenda un instrumento. Por lo menos, que siga un poco la estela de su madre.
P: ¿Cuándo va a reaparecer usted como torero?
R: El día 4 de marzo, en Olivenza. El cartel lo dará el empresario. Pero será un cartel con Ponce, Juli, Cayetano... Por ahí irá más o menos la cosa.
P: ¿Los problemas que tiene Caldas con la Justicia no le afectan?
R: Él no está nada preocupado... Es un problema que está ahí, pero no voy a hablar de ello, ni me pertenece.
Del corazón
P: Algunos opinan que su vuelta a los ruedos es un poco arriesgada.
R: Bueno, eso que se lo digan a uno que empieza, no a un veterano como yo, je, je.
P: ¿Toreará distinto después de lo que ha sufrido?
R: Creo que sí. Haré lo que me salga del corazón. Nunca he llevado una faena pensada, y ahora menos. Por cierto que nadie me ha preguntado quién ha sido el que me ha incentivado para volver a los ruedos.
P: ¿No es algo que salió de usted?
R: No, yo no pensaba torear, porque me encontraba muy bajo de moral, con mucha depresión. Los que me han dado el ánimo han sido Taurotoro; que es José María González de Caldas y su representante. Ellos, en una entrevista conmigo de cuatro o cinco horas, dijeron cosas tan bonitas de mí como torero que no oía desde hace años; por ejemplo, que soy el buque insignia del toreo actual y que tengo que estar ahí. Eso me ha dado el empujón definitivo.
P: ¿Cuándo retomará el camino de Santiago?
R: Pensaba hacerlo ahora en diciembre; pero mi hermano ha estado un poco malito y aún tiene que recuperarse; y mi otro hermano tiene mucho trabajo. O sea, que lo vamos a retomar en enero, después de Reyes.
P: Hablando de enfermos, ¿cómo se encuentra Juan de la Rosa?
R: Muy bien. Dentro de la delicada enfermedad que padece, está evolucionando bien, con lo cual estamos todos muy contentos y apoyándole mucho.
P: ¿Y Rocío Carrasco?
R: Recuperándose, afortunadamente. Ella lo pasó muy mal también y ahora se encuentra un poquito mejor.
Respetar el testamento
P: ¿Qué le diría a ese ex mayoral que le acusa a usted de agresivo?
R: No voy a decir ni una palabra, con mis respetos a esa persona, cosa que él no ha tenido para conmigo, cuando yo le abrí dos casas... Tengo un montón de negocios y ciento y pico empleados que me respetan y no quiero darle importancia a una persona que no la merece.
P: Él dice haber recibido amenazas por su parte.
R: A eso sólo puedo decir que quien me conozca saque la conclusión oportuna.
P: ¿Paco, el Pocero, compra por fin su casa de La Moraleja?
R: No. A mí Paco el Pocero, Paco Hernando, mejor dicho, nunca me ha mencionado nada de comprar la casa. No sé de quién habrá salido, pero ni es cierto, ni yo lo consentiría. Rocío en su testamento lo dejó así y yo lo respeto todo. Eso se va a hacer a rajatabla como ella lo dejó escrito. La casa la dejaré sobre el 20 de diciembre y me vendré a La Yerbabuena.
P: Cuando dice que quiere estar solo, ¿es para siempre?
R: No, no. Sólo hablo de estar solo en Navidad.