El torero José Ortega Cano abandonó por su propio pie el hospital del Puerto de Santa María (Cádiz) donde había permanecido varias horas en observación tras sufrir un desvanecimiento antes de la inauguración de un mausoleo a Rocío Jurado en el cementerio de su ciudad natal, Chipiona.
Ortega Cano sufrió una arritmia cardiaca antes del acto y fue trasladado al hospital, donde pasó varias horas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI),para someterse a diversas pruebas.
José estuvo acompañado de su hermano Eugenio y recibió la visita de su cuñada Gloria con su marido José Antonio Rodríguez, a los que manifestó su disgusto por no haber podido asistir a la inauguración del mausoleo de su esposa.
Según parece la emoción y la tensión de los últimos días contribuyeron para que el diestro sufriera una descompensación orgánica y los médicos le han aconsejado descanso y la visita a un especialista