María Patiño (La Coruña, 1.971) es una periodista que desde su infancia reside en Sevilla. Patiño es uno de los rostros más conocidos de la llamada prensa rosa. Pese a su manera de ejercer la profesión, denostada desde muchos sectores, cosecha el reconocimiento de la audiencia fiel a estos programas.
Pregunta: María, ¿piensas que un periodista puede ser o hacerse amigo de un personaje del corazón?
Respuesta: La verdad es que siempre me preguntan lo mismo, pero yo siempre digo que cada periodista puede tomar la opción que quiera. La mía es que no, porque considero que tengo más libertad cuando no tengo acercamiento al personaje. Cada periodista tiene su librillo a la hora de trabajar y hay gente a la que esa cercanía con los personajes le proporciona información, pero yo prefiero distanciarme de ellos.
Pregunta: ¿Merece la vida privada de los protagonistas de la crónica social tanto rigor periodístico como cualquier otra noticia de otro ámbito?
Respuesta: Para mí, la noticia, el periodismo y la información son exactamente iguales. No distingo entre ningún tipo de sección ni de genero periodístico. Así lo estudie en la facultad y así lo llevo a cabo. Eso no quita que los temas del corazón sean más frívolos, como lo son también los de deportes. Al fin y al cabo, el método es el mismo.
Pregunta: ¿Te avergüenzas de pertenecer a un género tan denostado como la prensa rosa y, al mismo tiempo, despertar en los demás odio y admiración a partes iguales?
Respuesta: Yo no me avergüenzo absolutamente de nada, y menos de ejercer una profesión y de ganar dinero de manera legítima. Me avergüenzo realmente del comportamiento de otras personas de esta sociedad. No me duelen, en absoluto, las críticas que se generan, porque siempre vienen del mismo sitio y son siempre las mismas. Me gustaría que las críticas fueran un poco más originales. Creo que todas las personas que estamos expuestas públicamente generamos todo tipo de críticas, como un vestido que está expuesto en un escaparate, no todos los vestidos que están expuestos me gustan. Lo único que me gustaría es que la gente se dirigiese con educación. Pero, las críticas en sí no son malas. Yo creo que despertar algo es lo básico, sobre todo, en una profesión que se basa en la imagen, aunque sea odio.
Pregunta: ¿No consideras algo injusto poner en el mismo listón a un periodista que a un contertulio famoso, que suele estar en el sector por el simple hecho de haberse acostado con alguien o por su participación en un reality?
Respuesta: Tampoco estoy de acuerdo .Yo me he criado al lado del genero televisivo. Seguramente por estar cerca, me es más fácil saber realmente lo que hay, porque es muy fácil opinar desde lejos. Los críticos televisivos, a veces, no ven ni siquiera la televisión, sino que hacen las críticas según la edición del periódico y su hora de cierre. Lo único que te puedo decir es que compito conmigo misma, pero yo no compito con nadie más. Cada uno tiene su sitio y ese pastel es para todos.
Pregunta: Pero son cinco años de carrera para un periodista, mientras que otros que no lo son, se equiparan a éstos sin haber hecho nada en la vida
Respuesta: Supongo que eso se lo tendrías que decir a multitud de personas que trabajan en empresas, cuyos familiares están puestos en cargos directivos, seguramente, por una familiaridad con el jefe. Por lo tanto, no es un tema que concierne únicamente a la presa del corazón, sino que concierne al oficio en general.
Pregunta: ¿Te ha dado alguna vez miedo a decir la verdad?
Respuesta: Miedo no. Me da miedo a cosas en mi vida personal. En la vida profesional nunca me ha dado miedo a nada.
Pregunta: ¿No crees que últimamente se denuncia cualquier pequeño altercado con los famosos para generar una información que no se logra de otro modo?
Respuesta: Yo creo que últimamente se saca información de la manera que se puede sacar. El ejemplo es el caso de Marta del Castillo, no mi programa. Quien quiera cogerlo y captarlo, que lo capte, y quien no, pues que no lo haga.
Pregunta: ¿Llegan a pedir mucho por sentarse en un plató?
Respuesta: Te contesto lo que siempre digo. Esto es la oferta y la demanda. No sé si a Ronaldo o a Beckham le has preguntado si es mucho lo que cobran por jugar al futbol. Supongo que si se considera que se cobra mucho por venir a un plató a hablar, me gustaría ver que todos esos estadios de futbol, llenos de gente, también solicitaran lo mismo, porque me parece también bastante escandaloso lo que cobra un futbolista, cuando, al fin y al cabo, se trata de un juego con una pelota y meter un gol en una portería.
Pregunta: ¿A qué personaje más anhelas por entrevistar?
Respuesta: Yo no anhelo a nadie por entrevistar. Siempre quiero entrevistar a gente que tiene algo que contar. Creo que no el personaje en sí, por ser importante, tiene algo interesante que contarte. Hay gente muy poco importante que tiene muchas cosas que contarte. Por lo tanto, yo anhelo una buena historia. A mí el personaje en sí me da igual.
Pregunta: ¿Te han amenazado fuera de plató?
Respuesta: A ver. Sí, me han amenazado fuera de plató. Eso va en mi sueldo. No me amedrentado, ni nunca me ha importado. Yo creo que hay gente que se juega la vida, y no es el caso ni de un periodista del corazón ni de un periodista de actualidad. Creo que hay gente, como un bombero, que se juega la vida mucho más que yo. Y tampoco el caso de un torero, por cierto.
Pregunta: ¿Qué tal es la relación entre los compañeros una vez se apaga el piloto rojo de la cámara?
Respuesta: Mira. Yo respeto muchísimo a la gente que me rodea. Aspiro a vivir de mi profesión. A cualquier periodista que lleva muchos más años que yo o viendo lo mismo que yo, lo respeto. Y mis amigos, lógicamente, están fuera de lo que es el mundo de la televisión. Eso no quita que no tenga amigos dentro del mismo mundillo. Digamos, que yo respeto a todo el mundo que se dedica a esto y que gana un sueldo de manera digna. Así te lo digo, porque, además, yo elegí libremente dedicarme a la prensa del corazón, que parece como algo alucinante, pero es la realidad.
Pregunta: ¿Eres tan pasional en tu vida personal como en la profesional? Han llegado a decir que finges tus cabreos en televisión
Respuesta: ¿Quién ha dicho eso? Bueno, pues quien lo haya dicho ¿qué quieres que te diga? Yo creo que la televisión tiene una óptica muy transparente y cualquier fingimiento se nota, y no se puede mantener a lo largo de 11 años que llevo en televisión. Seria imposible. La otra opción es que me den el oscar a mejor actriz, que se lo quiten a Penélope y me lo den a mí. En fin, sí, soy bastante vehemente, tengo temperamento.
Pregunta: ¿Qué es lo que más te gusta y lo que más odias de tu trabajo?
Respuesta: Nunca me he planteado lo que más me gusta ni lo que más odio. Pero, realmente, admiro a las personas que cuentan la verdad sin depender de quien te lo diga. No soporto el que alguien dependa de un personaje para contar una historia. Pero, no en esto, sino en todo.
Pregunta: Por último, ¿cómo llevas la popularidad, que la gente te reconozca por la calle?
Respuesta: Pues, lo llevo bastante bien, porque normalmente es la gente que me apoya o los que entienden un poco lo que yo hago. Aparte, la popularidad es una cosa que sé que va metida en mi trabajo, el cual he elegido de manera libre, entonces, es algo de lo que yo no me puedo quejar y, además, no me quejo, por cierto. No tengo ningún problema. Tienes una serie de limitaciones a la hora de moverte y comportarte socialmente, pero a mí me compensa. No hay nada más bonito que el reconocimiento público y el que diga lo contrario, te digo yo que te miente.
Entrevista realizada por José Joaquín Trenado De La Rosa.
Contacte con el autor: jjtrenadodelaro@hotmail.com/antonio-1807-1991@hotmail.com