AMFIV VIGO, 55 (12-17-13-13) C.D. ONCE-ANDALUCÍA, 67 (14-15-23-15)
Sábado, 23 de enero de 2010. Pabellón Bouzas (Vigo). 18:30 hs. 10ª jornada de la 41ª Liga Nacional de División de Honor, 21º Trofeo Fundación ONCE
Equipos: Amfiv Vigo: Cinco inicial: Costas 8, Pombo 0, Mouriz 15, Alejos 13 y Lorenzo Envo 17. Vilas 0, Comesaña 0, Abalde 0, Pekka 2, Rey 0, Alonso 0, Prieto 0 y Essahiri 0.
C.D. ONCE-Andalucía: Cinco inicial: De Paz 16, Ruiz 4, Pollock 14, Latham 19 y Alejandro Zarzuela 12. Sánchez 2 y Pablo Zarzuela 0.
Árbitros: De Agustín (Madrid) y Márquez (Vigo).
Se esperaba un partido complicado el que ha disputado esta tarde el C.D. ONCE-Andalucía en el pabellón Bouzas de Vigo. Los precedentes de estos duelos, sobre todo en tierras gallegas avisaban sobre las dificultades que los de Feriani iban a tener para mantener la imbatibilidad. Y bien que se han cumplido los pronósticos, ya que hasta bien avanzada la segunda parte los andaluces no han logrado mantener una diferencia lo suficientemente cómoda como para mantener a raya a su rival. La jornada era de reencuentros. El de Lorenzo Envo, muy motivado siempre que juega contra su ex equipo, el C.D. ONCE, y el del entrenador Abraham Carrión, quien ha coincidido con muchos de sus antiguos pupilos, tanto de su etapa en la entidad auriverde como en otros clubes. También ha sido el duelo de una gran intensidad, rayando la brusquedad en determinados momentos, con un baloncesto poco fluido debido a las muchas interrupciones y, sobre todo en la primera parte, con demasiados errores por cada bando. El C.D. ONCE no se sintió nunca cómodo sobre la cancha a lo largo de los primeros 20 minutos porque la presión y la motivación de los olívicos no le permitieron desarrollar su juego con fluidez. El trabajo defensivo se impuso al atacante, de ahí el empate a 29 puntos del primer tiempo. Tras la reanudación, la mayor calidad técnica del C.D. ONCE se fue imponiendo poco a poco a la dureza local, dándose un pequeño despegue en el electrónico. Sobre todo, en el tercer cuarto, que fue cuando los de Feriani fueron marcando diferencias. Unas diferencias que supieron mantener, incluso aumentar, para dejar sentenciado un compromiso muy difícil y disputado.