Que no se confunda nadie, lo que pasó en la noche de ayer no fue una película de terror, fue un horrible partido del Sevilla FC en tierras pucelanas a pesar de que este se asemejara más a ese género del cine que al deportivo. Encuentro desastroso del Sevilla perdido por 2-1 contra el Valladolid. Primera victoria como local de los castellanos leoneses que toman un soplo de aire ante su delicada situación clasificatoria.
Cuando Antonio Álvarez en rueda de prensa explica lo que pretende, parece que vamos a volver a ver al Sevilla de los títulos, que el conjunto hispalense volverá a destrozar rivales como cuchillo en mantequilla, pide tiempo para que se vea su Sevilla pero en el mundo del fútbol, el tiempo es lo más efímero y priman los resultados.
Parece que desaprovecha sus oportunidades el técnico de Marchena, el juego de los rojiblancos volvió a ser lamentable como ya ocurrió ante Villarreal y Málaga, pero esta vez el resultado le jugó una mala pasada y perdió ante un rival que estaba casi muerto y pensando ya más en Segunda que en Primera. El Sevilla se está especializando en revivir a sus rivales y eso es entrar en una dinámica peligrosa.
Salió Álvarez con un equipo algo condicionado por las bajas, como viene siendo habitual, pero con jugadores de absoluta garantía para doblegar a un rival a todas luces inferior, sin embargo, mostraba los mismos errores que se le achacaban a Jiménez. El tándem formado por Luis Fabiano y Negredo no funciona, como ya se ha visto en toda la temporada, y menos aún ante un rival que presiona constantemente y roba el balón muy arriba, lo del delantero de Vallecas es vergonzoso, un jugador que llegó al Sevilla como un estandarte ofensivo y que se ha convertido en un auténtico lastre para la entidad de Nervión, pasado de peso, lentísimo y sobre todo, realizando muchas declaraciones fuera del campo y mostrando muy poco en el terreno de juego. El centro del campo sevillista jamás podrá fabricar fútbol si los que lo manejan son Romaric y Lolo, lo del de Costa de Marfil es de risotada y de las grandes, una y otra vez ocupa el mando en la medular y jamás se ofrece, y cuando lo hace es para perder la pelota segundos después, el canterano sevillista sigue sin demostrar donde está aquel jugador que deslumbró en Málaga y cada vez da más impresión de que no tiene nivel para este equipo. De lo poquito que se salvó ayer y de manera notable es otro canterano, el central-lateral derecho-lateral de izquierdo Cala, partidazo del lebrijano con gol, y qué gol, incluido, destacando en todas las posiciones en las que lo colocaron.
La primera parte fue calcada a la protagonizada por los hispalenses el fin de semana pasada en Málaga, echaditos atrás por el empuje del Valladolid que demostraba que sí que se estaba jugando la vida y los tres puntos en este partido. Una y otra vez los vallisoletanos acechaban el área rival y su merecido premio llegó en el minuto 41 cuando Diego Costa de cabeza remataba completamente solo en el área chica una falta botada desde la derecha, poniendo el 1-0 en el marcador.
En la segunda mitad poco más, un error garrafal de Lolo a los 8 minutos lo aprovechaba Manucho para batir a Palop, logrando el 2-0. A partir de ahí, se le vio una cara distinta al Sevilla, se decidió a irse arriba sin saber por qué no lo había hecho antes, mal endémico durante toda la temporada, los últimos 15 minutos fueron un continuo asedio al área violeta. En el minuto 83 cuando apenas quedaba tiempo para el último arreón sevillista, un magistral Cala se fabricaba un auténtico golazo tras un tiro lejano que se coló por la escuadra de la meta protegida por Jacobo, significaba el definitivo 2-1 en el luminoso. Tras tres claras ocasiones fallidas por Navas, Luis Fabiano y Lolo, el colegiado del encuentro decidió acabar con el suplicio de los rojiblancos y dio por terminados los 90 minutos.
Esta vez no se alió la suerte con el Sevilla, Jacobo no se comió un gol como lo hiciera Munúa en el partido anterior. Los de Nervión pierden tres puntos de lujo que hacen posible que pueda perder la cuarta plaza que da acceso a Liga de Campeones, en detrimento del Mallorca, además peligra hasta su clasificación para la Europa League de la que solo le separan tres puntos. Aún así, lo más preocupante no es la clasificación liguera, es el juego y la imagen de un equipo que parece muerto y no ve probable su vuelta a la vida.
Ficha técnica:
REAL VALLADOLID (2): Jacobo; Pedro López (Marcos, 54), Sereno, Nivaldo, Del Horno; Nauzet Alemán (Marquitos, 66), Borja, Baraja, Barragán; Diego Costa y Manucho.
SEVILLA FC (1): Palop; Adriano, Cala, Dragutinovic, Fernando Navarro, (Squillaci, 15); Navas, Lolo, Romaric, Diego Capel (José Carlos, 78); Luis Fabiano y Negredo (Kanouté, 64).
Goles: 1-0: Min. 42, Diego Costa. 2-0: Min. 53, Manucho. 2-1: Min. 83, Cala.
Árbitro: Álvarez Izquierdo, catalán. Amonestó a los locales Sereno, Barragán, Del Horno, Baraja y Nauzet, y al visitante Palop.
Incidencias: Partido correspondiente a la 32ª jornada de Liga disputado en el José Zorrilla ante 27.000 espectadores.