Se halla este pueblo en la margen derecha del Guadalquivir, sobre los terrenos de aluvión depositados por el río y las pequeñas colinas que dan paso a la comarca del Aljarafe. Desde tiempos muy remotos existieron asentamientos en la zona, datando los más antiguos del Paleolítico. Así, se han localizado en diversos yacimientos descubiertos en el término piezas correspondientes a culturas de guijarros tallados.
Sobre los orígenes del núcleo actual la información es escasa lo que da luigar a numerosas teorías. Para algunos fue una fundación romana, llamada Vergendum o Julii Genius, de donde podría derivar su actual topónimo, aunque otros autores considera que procede de la gens de Julio César, posiblemente vinculada a la fundación de la ciudad. Otras teorías sostienen que el núcleo actual data de la época musulmana, cuando fue denominado Ge-bal, que significa monte de recreo. Al parecer el lugar tuvo cierta importancia política, económica y militar, por su situación geográfica a orillas del Guadalquivir, y llegó a estar fortificado.
La reconquista se produjo a mediados del siglo XIII, tras lo cual se encomendó a Don Ruy López de Mendoza, pasando posteriormente a manos de otras casas nobiliarias. En 1527 Carlos I concedió facultad para vender la aldea y su término a Don Jorge de Portugal, primer conde de Gelves y señor de Villanueva del Ariscal. El título y las tierras fueron heredadas por Don Álvaro de Portugal, hijo del anterior, a cuya muerte pasó a ser propiedad de los duques de Veragua.
Desde 1902 el título condal pertenece a la Casa de Alba. De los últimos años hay que destacar el crecimiento demográfico de la población, debido a su proximidad con la capital hispalense, en un fenómeno urbanístico que manifiesta en el resto de localidades de su entorno. El puerto fluvial de Gelves. En los años 80 se puso en marcha un ambicioso proyecto que hoy en día es una realidad: Puerto Gelves, un puerto fluvial que pretende continuar la histórica tradición marinera de esta localidad. Se halla a sólo 42 millas del Atlántico y a él pueden acceder las embarcaciones sin necesidad de salvar esclusas ni puentes. El éxito del puerto, cuyo patrimonio se valora en unos 800 millones de pesetas, se manifiesta en el tráfico que tiene y en la gran participación de los eventos deportivos que en él se celebran, como competiciones de remo, vela, piragüismo o la feria nautica. Sus instalaciones incluyen además una Academia de Enseñanzas Nauticas. Cuna de El Gallo. Como recuerda una magnífica escultura de bronce del marchenero Lorenzo Coullaut Valera, en Gelves nació una de las máximas figuras del arte del toreo: José Gómez Ortega El Gallo, que vio la luz por primera vez en 1888. La rivalidad del diestro con Juan Belmonte dio lugar a una de las páginas más brillantes de la tauromaquia, hasta que un toro de nombre Bailaor acabó con su vida en la plaza de Talavera de la Reina. CÓMO LLEGAR... -Situación: A 9 kilómetros de Sevilla por la SE-660. -Extensión: 8 kilómetros cuadrados. -Habitantes: 5.084 habitantes.
NO SE PIERDA... -La Iglesia Parroquial de Santa María de Gracia
1.Edificios religiosos
-Iglesia Parroquial de Santa María de Gracia En el siglo XVII se construyó este templo, que fue reformado en la siguiente centuria. Presenta nave única, con crucero y capillas laterales. Las cubiertas consisten en bóveda de cañón con lunetos, salvo en el crucero, que presenta media naranja sobre pechinas. Dos portadas se abren en sus muros. Una en los pies, adintelada, presentando pilastras almohadilladas y frontón recto. La otra se sitúa en el lado derecho, igualmente adintelada, y flanqueada por pilastras; se remata el conjunto por un frontón roto sobre el que se alza un ático con un retablo de azulejos modernos de la titular del templo. En el ángulo noroeste se levanta la torre, compuesta por dos cuerpos y chapitel. En su interior destaca el Retablo Mayor, obra de 1736 de Jose Fernando de Medinilla. Una imagen de candelero del XVIII de la Virgen de Gracia, patrona de la localidad, preside el conjunto, que se completa con las tallas de San Joaquín y Santa Ana, del XVII, San Francisco de Asís y otras esculturas del XVIII y un lienzo de la Virgen de Belén. En el brazo izquierdo se abre la Capilla del Sagrario, cuyo retablo decorado con rocalla alberga una Inmaculada y un Niño Jesús. Frente a la misma se halla en un retablo la imagen dieciochesca del Cristo de la Vera-Cruz, mientras que en el derecho se encuentra el de la Virgen del Rosario, talla de candelero del XVIII. En las calles laterales aparecen Santo Domingo de Guzmán y Santo Tomás de Aquino, contemporáneas de la Virgen y del retablo. Junto a este altar destaca un interesante lienzo de escuela italiana del XVII que representa a San Cristóbal, así como los de Santo Tomás de Aquino y Santa Teresa de Jesús. Otras piezas de valor son una hermosa talla de San José y el Niño, del XVIII y el púlpito de la iglesia.