El torero eligio Madrid para seguir su recuperacion tras descartar quedarse en Yerbabuena o irse a Chipiona.
A partir de ahora, el doctor Alfonso del Corral, ex jugador de baloncesto del Real Madrid y de la selección española y jefe de los servicios médicos del Real Madrid, se ocupará de la rehabilitación del torero Ortega Cano, según ha confirmado el propio matador.
Alfonso del Corral le operó ya hace unos años de varias lesiones y el torero tiene plena confianza en él, y este ha sido el motivo de que se traslade a Madrid nueve dias despues de salir del Hospital y descartar seguir en Yerbabuena o marcharse a Chipiona donde tambien tiene el casa y su hermana.
Alfonso del Corral tenía 27 años cuando llegó al Primer Equipo. Tuvo que recorrer un largo camino que comenzó en el Colegio Maravillas, de los Hermanos de La Salle, y más tarde en el Vallehermoso. Cuando Raimundo Saporta adquirió los derechos de ese Club pasó a llamarse Castilla, y allí se formarían los futuros canteranos. Dos años estuvo en el filial, de donde inició una enriquecedora travesía que le llevó a jugar en el Inmobanco (con el que se proclamó mejor jugador del Torneo de Navidad), Estudiantes, OAR, Canoe y Cajamadrid, antes de recoger el fruto de su tenacidad, y firmar por el Real Madrid. Soy tenaz, sí, cuando me propongo una meta lucho y lucho hasta conseguirla, dijo en el momento de estampar su firma. Alfonso destacaba por su tranquilidad y por su capacidad de concentración. Sus armas sobre la cancha eran una tremenda fuerza física, una explosiva salida en el contaataque y una gran agresividad defensiva. Y su mentalidad ganadora. Pero, por encima de todo, estaba esa tenacidad que logró trasladar fuera de las canchas.
A los 27 años, ya había acabado sus estudios de Medicina en la Universidad Autónoma de Madrid, había aprobado los exámenes de oposición del MIR y llevaba tres años en el Hospital Provincial. Asumió su rol en el equipo, ganándose un puesto sin dueño fijo por el que ya habían desfilado Puente, Díaz o Beirán. En su primer año conquistó la Liga y la Recopa, y tuvo actuaciones estelares. En la segunda se ganó definitivamente a la afición, y entró muchas veces en el quinteto inicial. Con su carácter tranquilo y trabajador, desde el silencio, se ganó la admiración de compañeros, periodistas y aficionados.
El torero seguira sometiéndose a sesiones de fisioterapia y permanecerá en Madrid una larga temporada.
Este martes, el diestro ha llegado a Madrid acompañado de su hijo José Fernando a la casa que compartía con su madre antes de casarse con Rocío Jurado, ubicada en el municipio de Aldea del Fresno, que se ha preparado para que el torero tenga todas las comodidades.
En sus declaraciones a la salida del hospital, Ortega Cano destacó emocionado el gran apoyo que había recibido de sus hijos con las siguientes palabras: Quiero agradecerle profundamente a mis dos hijos, José Fernando y Gloria Camila, que con la edad que tienen han mostrado una madurez que no me esperaba. Ahora, José Fernando ha vuelto a demostrar su apoyo incondicional a su padre y no se ha separado de su lado durante el traslado a Madrid, que se realizo en coche . Le ha ayudado a entrar en casa -el diestro sigue desplazándose en una silla de ruedas- y ha llevado todas las pertenencias del coche al interior de la residencia.
Hace un mes y medio, el coche en el que viajaba Ortega Cano sufría un accidente en el que falleció el conductor del vehículo con el que colisionó frontalmente. Durante este tiempo, el diestro ha estado ingresado en el Hospital Virgen Macarena de Sevilla y a su salida, su estado clínico era el siguiente: "Paciente politraumatizado al que se le ha estabilizado quirúrgicamente dos fracturas de fémur en pierna izquierda, una fractura en pilón tibial izquierdo y una fractura de peroné derecho. El equipo médico resuelve dar de alta hospitalaria al paciente Jose Ortega Cano por mejoría en su estado clínico, precisando seguir con las curas, rehabilitación pasiva y activa, y revisiones periódicas a los Servicios de Traumatología y Cirugía."