La imagen titular de San José Obrero es una talla antigua, obra de autor anónimo, que provenía de la localidad de Hervas (Cáceres), quizás se relacione con el circulo escultórico toledano. Se restauro en los talleres de los salesianos de la Trinidad y llego a la parroquia el 19 de mayo de 1960. Desde entonces, toma en su diestra la sierra de carpintero, que hace referencia a su advocación, además de portar la vara de azucena acostumbrada. Con fecha del 25 de Enero de 1961 y por el Vicario General del Arzobispado, fueron aprobadas las reglas u ordenanza de esta Hermandad. El nombre completo de la corporación es Humilde y Fervorosa Hermandad Sacramental y Gloria de San José Obrero, San Francisco de Paula e Inmaculada Concepción y cofradía de Nazareno de Nuestro Padre Jesús de la Caridad y Nuestra. Sra. de los Dolores. En febrero del 2012 paso a convertirse en Hermandad de Penitencia, tras aprobarse sus nuevas reglas. El domingo 5 de mayo tuvo lugar la salida procesional de San José Obrero desde su sede en la parroquia de su mismo nombre, de la calle Arroyo de la capital hispalense, en una tarde primaveral, con temperatura alta, con mucho ambiente cofrade, por ser la primera Hermandad que abre el ciclo de las glorias sevillanas. La composición del cortejo fue de la cruz de guía con dos faroles, seguido de jóvenes hermanos con cirios, banderín del grupo joven con varas, a continuación la bandera Concepcionista y vara, libro de reglas y varas, seguido de Estandarte con varas de las Hermandades invitadas seguido de la presidencia de Hermanos Mayores y el grupo de acólitos y monaguillos con incensario y el paso de San José. El exorno floral, estuvo compuesto por claveles, rosas y margaritas spicle y rellenando las flores con peliculata todas ellas blancas. Al mando del martillo Antonio Santiago Muñoz con su hijo Manuel Antonio Santiago Cabello y su equipo de capataces auxiliares, que llevaron el paso de San José a los sones de la Agrupación Musical Ntro. Padre Jesús de la Salud Los gitanos. La procesión estuvo acompañado por numerosos cofrades, feligreses y vecinos del barrio Obrero, durante todo el recorrido.
Fotografía Antonio Rendón Domínguez