Los alumnos de 6º de Primaria del CEIP San Jacinto de Sevilla llevan sin el profesor bilingüe desde el 22 de septiembre. Las familias hemos esperado las dos semanas que sabíamos iban a transcurrir antes de que a la Delegación se le ocurriese enviar a un sustituto. Pasado ese tiempo, nos encontramos en el viernes 9, justo antes del puente del Pilar; asumimos, dada su forma de actuar, que la administración iba a ahorrarse unos cuantos días y no mandaría a nadie hasta después del puente. El martes 13 acudimos a la Dirección del Centro, la cual nos comunica que está a la espera de que la Delegación Provincial de Educación de Sevilla empiece los nombramientos para las sustituciones. El miércoles 14, la misma Dirección nos informa de que de momento no hay visos de que vayan a mandar a un sustituto. Ante esta situación, varias madres y padres nos personamos en la Delegación el jueves 15, esperando una respuesta a nuestra demanda de una sustitución inminente. Después de numerosas gestiones, nos comunican verbalmente que el sustituto estará en el centro antes de finalizar octubre (durante la semana del lunes 26), lo cual, aclaran, es lo habitual: no mandan a nadie antes de un mes. No dábamos crédito: se admite como normal que pasen más de 30 días sin que la Delegación se digne cubrir la baja de un profesor.

La paciencia tiene un límite. No puede ser normal que unos alumnos, sean del curso que sean, estén un mes sin profesor. Se da la circunstancia de que hay infinidad de profesores esperando que los llamen y bolsas específicas para profesorado bilingüe, pero parece que lo importante no es la tan cacareada calidad de la enseñanza sino ahorrarse unos euros de este sustituto, otros pocos de aquel... Así, sumando y sumando, acaban restando calidad a la educación pública.

Por lo que nos han transmitido en Delegación, hay multitud de centros en las mismas circunstancias en la provincia de Sevilla, tanto bilingües como no bilingües, esperando cuatro o cinco semanas hasta que llegue un sustituto. Lo que hacen a menudo los centros (como el nuestro) es cubrir la ausencia con el profesor destinado al apoyo, con el consiguiente perjuicio del alumnado que debería beneficiarse del mismo. Si esto es así, la Delegación se queda tranquila y argumenta que el alumnado no está desatendido, lo cual es una doble mentira: quien imparte la materia no es bilingüe (en el caso que nos ocupa) y los alumnos con necesidades de apoyo no lo reciben.

En el caso concreto de nuestro colegio, tenemos precedentes del curso pasado, en que los mismos grupos estuvieron todo el tercer trimestre sin el profesor bilingüe. Entendemos que 6º es un curso crucial. Muchas familias temen que esta situación vaya a afectar negativamente al nivel académico de los alumnos este año y cuando lleguen a la ESO, en un centro bilingüe o plurilingüe, por supuesto.

Si el bilingüismo es esto, es preferible tener un profesor no bilingüe, y que los alumnos estén atendidos, a presumir de que el colegio es bilingüe pero no tiene el profesor en cuestión. Parece todo una farsa.

La educación es un derecho, no un lujo. Los colegios no son contenedores de niños. Regatear con el dinero destinado a la enseñanza pública es degradarla. Exigimos la sustitución inmediata de los profesores de baja.

Firmado: Madres y padres de los alumnos de 6º del CEIP San Jacinto