La Secretaría de Estado del Vaticano ha remitido un escrito a la Editorial Sevilla Press en la que transmite el agradecimiento del Papa Francisco tras haber recibido un ejemplar especial de pasta dura del libro ‘Cómo llora Sevilla’ del religioso jesuita Ramón Cué, el libro más vendido de la historia de la Semana Santa hispalense, que no deja de reeditarse desde 1947.
“Agradece este amable gesto en nombre de Su Santidad”, recoge textualmente la misiva de la Secretaría de Estado.
La nueva edición ha llegado a todas las librerías de España en el segundo año sin cofradías en las calles de Sevilla como otra forma de recordar y vivir la Semana Santa. Además de en todas las librerías de España se encuentra a la venta en las basílicas de la Macarena y El Gran Poder de Sevilla, en la Librería Diocesana de Sevilla en el Palacio Arzobispal ,en Amazon, Corte Ingles, Casa del libro y Fnac.
Ramón Cué, un jesuita nacido en Méjico con sangre española al que solo le bastó una Semana Santa, la de 1947, para captar la esencia que muchos tardan años en atisbar. Curiosamente existen coincidencias entre Su Santidad y Ramon Cue, ya que ambos coincidieron como jesuitas, son de habla hispana, Argentina y México, y ambos viajaron a España para estudiar.
El libro también ha sido enviado al arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, al Superior de la Compañía Jesuita en España,Antonio José España, y al Presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías de Sevilla Francisco Vélez de Luna.
Es verdad que Cué no caminaba solo por el entramado de calles que conforma la geografía urbana de la capital de Andalucía, y quizás ahí se encuentre el secreto de esta maravillosa narración con la que generaciones enteras han crecido, y que sigue tan fresca como el primer día.
La edición de Sevilla Press , es la numero 17, presenta como portada una foto de la Esperanza Macarena de Fernando Salazar y Ángel Bajuelo. .
“Hemos querido unir los mejores textos y las mejores fotos de la historia de la Semana Santa de Sevilla” ha comentado el editor el periodista Miguel Gallardo Rodríguez quien agradece también a la Compañía de Jesús las facilidades que en todo momento han dado para la cesión de los derechos del autor de los que son propietarios.Ahora Sevilla Press Ediciones lo vuelve a reeditar con 15 nuevos prólogos de periodistas y cofrades. Por primera vez se publica “Cómo llora Sevilla…” con más de 30 fotografías a todo color, seleccionadas como las mejores de los prestigiosos fotógrafos de Semana Santa Fernando Salazar y Ángel Bajuelo, autores de cientos de carteles y merecedores de muchísimos premios en su larga vida profesional.
Se trata de la mejor edición de las 17 que se han publicado de este libro, con maquetación e impresión de Liberis.
Entre los prologuistas se encuentran Luis Carlos Peris, Francisco Correal, Juan Salas, Isabel Fayos,Mariola Aguje- tas, Eduardo Dávila Miura, Enrique Casellas, Marina Bernal, Miguel Gallardo, Paco García , José Vicente Dorado, Fran López de Paz, Fernando Iwasaki.
Completa esta lujosa edición una extensa biografía del Padre Ramón Cué realizada por la Compañía de Jesús y en la que se relata desde su infancia en México hasta su fallecimiento hace 19 años en España ,incluyendo su expulsión de España junto a los Jesuitas.
Las descripciones de Cué son acertadas y atemporales, propias de alguien con la sensibilidad suficiente como para captar con su retina cada detalle, cada momento, y cada silencio, que hasta en la nada hay un mundo por descubrir. También se atrevió a transcribir al verso lo que muchos que lo intentaron más tarde no pudieron conseguir.
Todos aquellos que han leído Cómo llora Sevilla… coinciden en resaltar la belleza de los pasajes protagonizados por la Macarena, los pasos de Palio o la labor tanto del capataz como del costalero.
El poema protagonizado por la niña enferma de la calle de la Feria es sublime, como también lo es el episodio a modo de capítulo dedicado a las hermanas de la Cruz, aun cuando sabemos a ciencia cierta que no lo vivió en primera persona.“Cómo llora Sevilla…” es la personal interpretación que hizo de la Semana Santa de Sevilla el sacerdote jesuita mejicano Ramón Cué, en 1947, y que se ha convertido en el libro más vendido de la historia de la Semana Santa.
Se puede comprar en todas las librerías de España distribuido por Azeta, o pidiéndolo a Amazon , libros.cc, El Corte Inglés por internet, La Casa del Libro, o pidiéndolo por correo electrónico a comollorasevilla@gmail.com y le llegará a su domicilio .
“Cómo llora Sevilla…” se ha considerado “el pregón que se perdió Sevilla” ya que el Padre Cué no fue nunca invitado a pronunciarlo, aunque sí tuvo oportunidad de dar el pregón de las Hermandades de Gloria que llamó “Cómo Sonríe Sevilla…”El libro está dedicado a todos los cofrades ,turistas y jóvenes de Sevilla,
Ramón Cué llevaba ya tres años siendo jesuita cuando, con 32 años, llegó a Sevilla para seguir sus estudios de Historia de América en la Universidad hispalense. Aquí conoció a cinco jóvenes cofrades universitarios que fueron los que, en pandilla, le enseñaron en 1947 la única Semana Santa que vivió y conoció.
Al marcharse prometió a los cinco jóvenes que les mandaría un libro con las vivencias de esos días y escribió “Cómo llora Sevilla...”, que el autor les leyó personalmente en el mirador del monumento del Sagrado Corazón de San Juan de Aznalfarache ante el asombro de los cinco jóvenes. El libro fue editado con una tirada de 2.000 ejemplares, al precio de 0.50 céntimos de pesetas que se agotaron en tres días y hubo que hacer una segunda edición.
Desde entonces hasta ahora se han publicado 17 ediciones en 73 años, tanto en México como en España,la última de ellas en Sevilla hace 30 años , en 1990 por la editorial ya desaparecida Castillejos.
Se trata de una joya de la literatura de Semana Santa, una especie de Biblia de obligatoria lectura, para los jóvenes cofrades y para los turistas que visitan Sevilla.
La única intención del Padre Cué fue contar lo que vivió y sintió a los turistas , pero para sorpresa de todos, su prosa y sus poemas, llegaron al alma de todos los sevillanos cofrades.
Hasta tal punto se hicieron populares sus versos que incluso Paco Palacios El Pali le puso música por sevillanas al poema de "la niña enferma de la ventanita de la calle Feria al pasar La Macarena", con tal éxito que hace tal sólo seis años la volvieron a grabar Los Amigos de Gines en una recopilación de grandes éxitos.
El Padre Ramón Cué fue también conferenciante de TVE en el año 1974, siendo un prestigioso presentador, comunicador y actor. Su obra “Mi Cristo Roto” es un libro de poemas escrito en 1963 en el que narra el aprendizaje y aventuras con una cruz con cristo mutilado comprada a un anticuario de Sevilla. Es considerada una parábola que fue adaptada a obra de teatro, representada como monologo por el actor mexicano Alberto Mayagoitia en el altar del perdón de la Catedral de México, siendo uno de los mayores éxitos del autor jesuita.
El libro se puede comprar en todas las librerías de España distribuido por Azeta, o pidiéndolo a Amazon , libros.cc, o pidiéndolo por correo electrónico a comollorasevilla@gmail.com y le llegara a su domicilio .
Quien fue el Padre Cué?
Ramón Cué Romano, conocido popular y cariñosamente como el Padre Cué, nació en Puebla de Zaragoza,México, el 21 de abril de 1914 y falleció en Salamanca, España, el 9 de junio de 2001, a los 87 años de edad.Su nombre de nacimiento fue Ramón Manuel del Corazón de María Hano Cué, ya que sus padres fueron Ramón Hano Romano y María del Carmen Cué Pérez, pero luego, por algún motivo desconocido, cambió de orden su apellido colocando el materno primero y eliminando el Hano para dejar sólo Romano como apellido paterno y optó por firmar su extensa obra como Ramón Cué Romano.
Su padre Ramón Hano Romano y su madre María del Carmen Cué Pérez fueron naturales de Poo parroquia del concejo asturiano de Llanes y emigraron a México. Primero viajó su padre y se dedicó al comercio, tras conseguir una solidez económica, fue también María y se casaron.
Fue sacerdote jesuita, escritor, poeta y profesor mexicano de origen español, por lo que tenía la doble nacionalidad, y dejó un legado literario de más de 30 importantes obras.
Cuando Ramón tenía menos de dos años quedó huérfano de padre y un tiempo después su madre lo llevó a vivir a San Luis de Potosí, allí comenzó a estudiar con un maestro privado hasta que entró en la escuela pública.
Su madre decidió regresar a España en 1926, cuando él tenía tan sólo 12 años. Continuó sus estudios en el Colegio de la Compañía en Carrión de los Condes con altas calificaciones. Ya a esa edad sentía que su vocación comienza a definirse y, al culminar los estudios, fue admitido en el Noviciado de Salamanca en 1930. Le fue presentado un impedimento por ser hijo único de una madre viuda, pero ella no puso obstáculo al interés de su hijo por ser Jesuita.
Estudió Teología en la Universidad Pontificia Comillas. Entre 1946 y 1948 estudió Historia de América en la Universidad de Sevilla y posteriormente finalizó sus estudios de Filosofía y Letras en la Universidad Complutense de Madrid.
Fue un apasionado coleccionista de objetos de arte religio sos: más de 124 crucifijos traídos de todo el mundo, 13 relicarios y 9 cruces, además de muchísimas medallas de la Virgen, pues su lema era "Acuérdate Madre de las veces que he hablado de ti". Estos serían donados al Museo Diocesano Regina Coeli de Cantabria, quienes abrieron la sala «Padre Cué». Abarca piezas desde el siglo XIII hasta nuestros días.
Con el exilio impuesto por la II República Española, la Compañía de Jesús fue disuelta por decreto, le fueron dados solo diez días para que los integrantes tomaran la decisión de abandonar la Compañía o abandonar España. Los 219 Jesuitas que estaban en la comunidad de Salamanca partieron de España el 31de enero de 1932. A su llegada a Marquais (Francia) el 9 de abril los novicios tienen una situación incómoda por no tener una resi dencia pero los Jesuitas del Colegio de Saint Michele de Bruselas les ofrecen una parte del Colegio. Es en esta ciudad donde Cué hace sus Votos del Bienio el 16 de julio de 1932 consagrándose a la Compañía de Jesús. En el exilio estudió Filosofía en Marneffe en la Facultad de la Provincia de Castilla. En la misma ciudad recibió las tradicionales Ordenes Menores allí mismo en Marneffe el 14 de julio de1938 de manos de Mons. Luis Kerlshol.
En mayo de 1938 se publicó en España el Decreto de Resti tución a la Compañía de sus bienes y de la Reposición de todos sus antiguos derechos. Ramón Cué regresó a España donde dio clases de literatura en el Colegio de San José de Valladolid durante el curso escolar 1938—39. El siguiente curso continuó su Magisterio en el Colegio Sagrado Corazón de Barcelona. El tercer año de Magisterio, 1940—41 lo realizó en el Seminario Menor Pontificio de Comillas. Terminado el Magisterio, estudió Teología en la Universidad Pontificia de Comillas, de 1941 a 1945. Fue Ordenado Sacerdote el 30 de julio de 1944 por Mons. Balbino Santos. El curso 1945—46 lo dedicó a hacer la Tercera Probación en Salamanca. Posteriormente completó su formación con estudios civiles.
Entre 1946 y 1948 estudió Historia de América en la Universidad de Sevilla y posteriormente finalizó 0sus estudios de Filosofía y Letras en la Universidad Complutense de Madrid. Durante su estancia en Sevilla quedó impactado por su Semana Santa, a la que dedicó Cómo llora Sevilla : (interpretación de la Semana Santa). Colaboró con diversas Hermandades. En 1965 fue pre gonero de la Semana Santa de Córdoba y en1966 de la de Sala- manca. Completada su formación, Ramón Cue fue formador en los centros jesuitas de Salamanca (1949— 1952), Santander (1952—1956) y Santiago de Compostela (1956—1998). Ante el deterioro de su salud en 1998 fue destinado a la Enfermería de Salamanca, donde falleció en 2001.
Volviendo a su época de Sevilla.es en estos años donde ‘descubre’ la Sevilla de las Procesiones. Ciertamente no fue un hecho fortuito porque, por su cultura y la sensibilidad de su alma cristiana, poética y artística, sin duda fue pronto consciente de vivir en una ciudad fascinante que entró muy dentro en su alma. Pero su respuesta al reto de profundizar en aquella psicología religioso—cultural única que se revelaba en sus mun dialmente famosas Procesiones, tampoco fue solo producto de decisión personal.
Felizmente, para disipar cualquier duda, lo testimonia su dedicatoria “ENVIO” en “Cómo llora Sevilla...” Es diáfano en confesarlo: “lo que para los que no somos sevillanos es difícil comprender en toda su profundidad cómo llora Sevilla” pero modestamente, añade “creo que algo he entendido” y afirma:
“Dios dispuso que ... me ayudarais vosotros, los cinco, para llevarme de la mano y enseñarme a comprender el llanto de Sevilla. Habéis sido mis catedráticos de sevillanismo. Vosotros que sois discípulos conmigo en las aulas universitarias”. Es a Carlos, Joaquín, Juanito, Julio y Manolo de quienes confiesa: “La juventud me enseñó a entender a Sevilla. La juventud precisamente, que dicen sabe poco de llanto”.
Así literalmente lo había dejado impreso desde la primera edición de su famoso libro. Lo comentaba con profunda satisfacción en sus últimos tiempos en Santiago, recuperado del grave trauma que ya anunciara el declive, pero antes de su último destino a Salamanca. Quienes le escucharon describir lo que ya dejara escrito reiterarlo, si cabe, con mayor viveza y convicción, no podrán olvidar aquel énfasis para describir a sus “catedráticos de sevillanismo
Los cinco jóvenes sevillanos
¿Quiénes fueron los cinco jóvenes sevillanos que enseñaron la Semana Santa de Sevilla al Padre Cué?
El Padre Cué conoció la Semana Santa de Sevilla, en 1947, de la mano de los recordados Manuel Ferrand Bonilla, Joaquín González Moreno, Juan Delgado Alba, Carlos Acedo Romero, y Julio Martínez Velasco, universitarios entonces y entusiastas de la Semana Santa que según recordó Julio Martínez Velasco el último superviviente de los cinco que falleció el pasado año «le invitamos a que se uniera a nuestra cuadrilla costalera para enseñarle nuestras cofradías como deben admirarse. Y quizás no lo hiciéramos muy mal —confesaba Martínez Velasco—, pues de tal aventura nació “Cómo llora Sevilla...”».
Pero no sólo no lo hicieron tan mal sino que en 2012 Julio presentó el libro «La Semana Santa del Padre Cué», editada por Guadalturia y de la que es autor el escritor y crítico teatral de ABC de Sevilla Julio Martínez Velasco. Una obra que tiene como singularidad, como el propio autor señala del «testimonio del último superviviente de “Cómo llora Sevilla...” en el que se explica cómo se concibió su extraordinario libro.
Si, un libro casi 70 años después para explicar cómo se escribió el otro libro.
La obra hace un repaso minucioso y ameno de las vivencias acontecidas en distintos días de la Semana Santa en los que el Padre Cué se dejó llevar por estos universitarios, a la par que el autor aprovecha para comentar distintos capítulos de la obra del jesuita. Anécdotas, sensaciones y una especie de biografía desde su condición de profesor de la Universidad constituyen un descubrimiento para los más jóvenes y la posibilidad de saber, de primera mano, de la de Julio Martínez Velasco, cómo era el Padre Cué.
Entre las anécdotas de este libro se recoge el hecho de que en el año 1947 llovió el Domingo de Ramos y se tuvo que volver la Hiniesta y no salió la Amargura por lo que el autor se pregunta cómo pudo escribir tan magistralmente Ramón Cué el capítulo dedicado a la Amargura a su paso por las Hermanitas de la Cruz.
¿Lo escribió por lo que los cinco jóvenes le habían contado de lo que se habían perdido?. Porque el libro sale al año siguiente y el Padre Cué curiosamente no tuvo oportunidad de vivir ninguna otra semana Santa en Sevilla.
González Moreno, siendo ya conocido historiador y director del archivo de la Casa Ducal de Medinaceli,contó antes de morir que la lectura inédita de cuanto había escrito el Padre tuvo lugar en el mirador del cerro del Sagrado Corazón, en San Juan de Aznalfarache. Allí citó a sus cinco anfitriones. Los dejó admirados. Sólo hubo un pero: unos versos que le recomendaron suprimir, dedicados al Baratillo por el Arco del Postigo,cuyas expresiones estimaron que podían derivar en guasa de la buena de Sevilla.
Por último, como bien analiza Martínez Velasco, en el poema dedicado por Ramón Cué a los costaleros se halla el origen de la dignidad que esta tarea —por aquel entonces mal considerada— ha llegado a alcanzar. Ramón Cué humanizó a la vista de todos el mundo de las trabajaderas, del que se hablaba peyorativamente.
Y la Macarena se vistió de luto un nuevo libro de Guillermo Sánchez
De la manera más ordenada posible intentamos presentar aquí una sucesión de hechos que sirven para entender cómo y por qué la devoción a la Esperanza alcanza el rango de universal y su influencia en la evolución y la historia moderna de la Semana Santa de Sevilla. Aquí queda reflejada la memoria de una época que arranca en el último tercio del siglo XIX, con la irrupción de un artista versátil y genial como Juan Manuel Rodríguez Ojeda, y desemboca en el primer tercio del siglo XX con la llamada edad de oro. Está claro que en la imagen que hoy tenemos de la Esperanza influiría decisivamente la relación de artista y mecenas que sostuvieron Juan Manuel Rodríguez Ojeda y José Gómez “El Gallo”, Joselito, el mítico torero que salvó su vida gracias a una medalla “abollada”, que trajo a Sevilla las mariquillas de París y mereció que la Virgen se vistiera de luto tras su muerte en la plaza de toros de Talavera…
“…Y la Macarena se vistió de luto” tiene infinitos protagonistas y llega jalonada por relatos que se pierden en las brumas de la historia, algunos poco conocidos o incluso inéditos; ¿Sabía que el Rey Alfonso XII pasó revista a la Centuria Macarena antes de que lo hiciera su propio hijo, Alfonso XIII…? Lo inimaginable resulta casi siempre posible en esta hermandad. Sin ir más lejos, la fábula del intercambio del reloj del hospital de las Cinco Llagas cumplimenta todos los requerimientos que pudieran exigirse a un verdadero ensayo histórico y la leyenda del vaso, que bien habría merecido en su tiempo la atención de la pluma de Gustavo Adolfo Becquer, halla de manera inesperada un origen riguroso en una crónica decimonónica escrita por la periodista Carolina del Soto y Corro. Estaba a punto de iniciarse un periodo lleno de iniciativas pioneras y audaces como las capas aladas diseñadas para sus nazarenos, el manto camaronero, el palio rojo, la primera coronación popular, el primer concierto público de marchas procesionales, el primer besamanos de una dolorosa en la historia de la cristiandad…
A lo largo de este paseo podrá conocer a otras figuras emblemáticas que trabaron una relación singular con Rodríguez Ojeda y la hermandad de la Macarena, como los diestros Jaqueta y Cirineo, protagonistas de la primera corrida benéfica, el capataz Juanillo “Fatiga”, que apoyaría la primera huelga de costaleros de la historia de la Semana Santa, o el gran “retratista” José Castellano Grandell, injustamente censurado y olvidado…
Encontrarán aquí, en singulares recuadros, “Las cohortes romanas” de Gustavo Adolfo Becquer, “La psicofísica del armao” de Chaves Nogales y poemas que navegan entre las generaciones del 98 y el 27, entre “La tierra de María Santísima”, de Benito Más y Prats, y “María Santísima”, de Juan Sierra…
Se oye una jota en la calle Feria en honor de la Esperanza y una canzonetista de moda se atreve con una saeta desde el balcón del Salón Llorens; suena ininterrumpidamente “Spes Nostra”, más conocida en su tiempo como la saeta de López Farfán, y Don Antonio Chacón canta doce saetas seguidas a la entrada en San Gil; junto al Arco, Federico García Lorca y Manuel de Falla escuchan una saeta de la Niña de los Peines y un duelo saetero, protagonizado por Manuel Torre y el Niño Gloria, despierta “un aleteo de palomas blancas” en la Plaza de la Encarnación; Manuel Centeno deleita con su voz a las bordadoras de Juan Manuel en su taller y Manuel Vallejo renuncia a 32.000 pesetas de la época por cantar a la Esperanza en Sevilla; un Cardenal se atreve a prohibir el nombre de la Macarena, un hermano mayor es bañado en manteca y añil y la Virgen duerme en la cama de una limpiadora…
En sus manos tiene “La Macarena se vistió de luto”, una selección de crónicas y relatos, de mitos y leyendas, de marchas, saetas, coplas y poemas dedicadas a la Esperanza, la verdadera protagonista.
El autor
Guillermo Sánchez Martínez (Sevilla, 1960) es vecino de los callejones del barrio de la Macarena, hermano y pregonero de la Soledad de San Buenaventura, periodista y autor de novela histórica. Ha cultivado todos los géneros periodísticos, la entrevista en la prensa (Diario 16 y Nueva Andalucía), la narración y la crónica en la radio (Radio Popular y Cadena SER en Sevilla, Málaga y Madrid) y el reportaje y el documental en la televisión. Actualmente trabaja como periodista deportivo en Canal Sur Televisión.
Como especialista en la Semana Santa de Sevilla ha participado en el programa “El Llamador” de Canal Sur Radio y en las programaciones realizadas por la Radio Televisión de Andalucía desde 1988. Ha recibido el Premio Demófilo por su participación en la retransmisión de la entrada de la Esperanza Macarena y de la Esperanza de Triana en la mañana del Viernes Santo de 2019 por Canal Sur Televisión. Al ser invitado por la Hermandad de la Macarena a una mesa redonda en calidad de “narrador de Esperanza”, declaró que era “la más alta distinción que había recibido a lo largo de su carrera”.
ÍNDICE
El reloj del hospital y la maleta del mercader italiano
“Por el puente de Triana, ouí, pasa una reina”
“Jaqueta y El Cirineo”, eternos rivales en la primera novillada benéfica
<<Las cohortes romanas de Gustavo Adolfo Becquer>>
“La valiente” Macarena sale a la calle sin gorro frigio
Alfonso XII pasa revista a la Centuria y preside la cofradía antes que Alfonso XIII
La decimonónica leyenda del vaso
Las lágrimas de la Esperanza
El capitán Manzano recibe una puñalada y subasta su traje de “Armao”
<<Las fiestas sevillanas>> (Luis Montoto y Pereyra)
<La tierra de María Santísima>> (Benito Más y Prat)
Nazarenos de barrio y alados heraldos de la Esperanza
La Reina Regente María Cristina ruega en San Gil por el futuro de España
El arrabal, la ciudad y el mundo de un niño
El mítico paso de la barbería
El barrio se viste de fiesta
Cine en la Alameda y Zarzuela en el Teatro San Fernando
El manto camaronero aparece en las crónicas de sucesos
Presentación de Don Tancredo y del gran Humberto Borza
El capataz de la Macarena se solidariza con la primera huelga de costaleros
Juanillo “Fatiga”, el capataz de Cobián
Rafael Franco llega con el terno, el cuadrante y la “igualá”
La manzana de la discordia
“Lo que no se hace por ruego, se puede hacer por derecho”
<<Sangre y arena>> (Blasco Ibáñez)
“¡Alumbra, niño!”
“Spes nostra”, la “saeta” de López farfán
José Gestoso salva el arco y la muralla de la Macarena
La protagonista del “Gran cinematógrafo perfeccionado”
Una jota dedicada en la calle Feria
La última Reina de Portugal redescubre la Macarena
“Magnates y plebeyos” se cruzan en la punta del Diamante
La canzonetista que cantó desde el balcón del Lloréns
Los tiempos de Joselito
“Corrida benéfica en el barrio de la Macarena”
Las mariquillas de París
El primer concierto de marchas
Una coronación popular y única
<<La primera corona de oro>> (Santiago Montoto)
La medalla “abollada” y la capilla de la “Señá” Gabriela
“Niño, toca a degüello”: Los “armaos” del dibujante Andrés Martínez de León
<<La psicofísica del “armao”>> (Manuel Chaves Nogales)
“Pim,pam, pim, pam…Me quedé solo” (Memorias del Guarda)
<<El casco del herrero gitano, amigo del cante y el anís>> (Antonio García)
<<María Santísima>> (Juan Sierra)
<A Manuel Torre, por una saeta que cantó a la Macarena en calle Feria>> (Juan Sierra)
“Aletear de palomas blancas” en un duelo de saetas
“Todo lo que tiene ‘soníos’ negros tiene duende”
Joselito y Belmonte salen a hombros por el Arco de la Macarena
Don Antonio Chacón canta doce saetas seguidas en San Gil
Suenan campanas de boda
¡Pobre Joselito…!
“La más grande manifestación vivida en Sevilla”
La pluma de Muñoz y Pabón
<<Mereced ser queridos en vida y llorados en muerte>> (Muñoz y Pabón)
<<A ella>> (Muñoz y Pabón)
Ha muerto Joselito: La Macarena se viste de luto
La foto censurada y perseguida del gran retratista José Castellano Grandell
<Joselito en su gloria>>
Lorca y falla oyen una saeta de La Niña de los Peines
La Niña de los Peines, musa de Lorca
<La tumba de Joselito, altar para la Macarena>> (José Manuel de la Linde)
El autorretrato de Ojeda, en las manos de la Virgen
Manuel Centeno, el saetero de las bordadoras de Ojeda
El primer besamanos fue también el primer besapiés
Un cubo de manteca y añil derramado sobre Don Leoncio
<<Historia en azul de una revolución>> (Antonio Núñez de Herrera)
Macarena, un nombre prohibido
Juan Manuel Rodríguez Ojeda, el Ave Fénix
Fulgor y muerte de Juan Manuel (Cronología)
<<Saeta en forma de salve>>, con letra de los hermanos Quintero (y música de Turina)
Una Virgen dormida en la cama de una limpiadora
Envuelta en paños negros, como sombreros apilados
Semana Santa sin cofradías y marchas por megafonía
<<Ladrones en el camarín>> (Juan Ferragut)
<<Saeta por pasodoble>> (Juan Ferragut)
El arte de transformar ternos en sayas