El sevillano argumenta, en una carta abierta al remo español, los motivos por los que ha decidido dejar de aspirar a la presidencia de la FER.
Carta abierta al remo español.
Cuando decidí presentar mi candidatura a la presidencia de la Federación Española de Remo (FER), mi principal objetivo era trasladar a esta institución los valores y los criterios de gestión que habíamos establecido en la Federación Andaluza y que, con el tiempo, demostraron ser la base necesaria para construir un proyecto deportivo exitoso. Valores como la transparencia absoluta, la honestidad en la gestión y la confianza mutua entre los que conforman el remo andaluz, nos permitió crecer como entidad y hacer crecer nuestro deporte en todos sus estamentos.
Los cambios habidos en el remo andaluz tras los ocho años en que presidí su Federación son tangibles y objetivos, habiendo merecido el reconocimiento y elogio de instituciones, tanto públicas como privadas.
Desde el primer momento en que tomé la decisión de aspirar a la Federación Española de Remo fui consciente de las dificultades con las que me iba a encontrar, y no me refiero a las previsibles en una confrontación electoral, sino a las malas artes que esta Federación ha usado desde siempre para mantener en el poder al presidente de turno (“sacando la caja de herramientas”, como desde el seno de la misma FER se le llama), incluyendo en este caso la apertura de un expediente sancionador contra el que suscribe y otros dos intentos fallidos de los secuaces de la FER en Andalucía.
La reducción del número de miembros electos en la Asamblea en favor de los natos, no elegibles; la creación de delegaciones territoriales ficticias, un censo inflado con quienes no debían estar en él, una junta electoral parcial, más preocupada por deslegitimar al que reclamaba que por entrar en el fondo de las reclamaciones, así como otras argucias, han dado como fruto la actual composición de la Asamblea del remo español.
Depender de los votos de los delegados territoriales de La Rioja o Castilla León, miembros de la Asamblea de la FER desde hace 13 ó 14 años sin que nadie les conozca, dada su absoluta desvinculación del remo; depender de los nuevos delegados de Baleares, Canarias, Castilla La Mancha, Ceuta, Extremadura o Melilla, dotándolos del mismo peso que las ocho federaciones reales con más licencias; y tener la certeza de que buena parte de los representantes de los estamentos han sido elegidos por quienes no deberían haber estado en el censo son un claro ejemplo de que la gestión de la FER seguirá estando basada en valores y criterios diametralmente opuestos a los míos.
En tales circunstancias, presentar mi candidatura para que los miembros de esta Asamblea deslegitimada me elijan, además de un objetivo imposible, es desmotivador.
Por todo esto es por lo que he decidido retirar mi candidatura a la presidencia de la FER, convencido de que mi esfuerzo por mejorar el remo debe seguir por otros cauces, poniéndome además a disposición de cualquier iniciativa, que desde la transparencia y la honestidad, esté dispuesta a acabar con el feudalismo y el clientelismo en el remo español.
Quiero dar las gracias a todos los que me han apoyado, especialmente a aquéllos que, sabiendo que remaban contracorriente, podían verse perjudicados, y pese a ello dieron el paso adelante para intentar mejorar nuestro deporte.
Os deseo lo mejor a todos los deportistas, técnicos, árbitros, clubes y federaciones de bien. Mucha suerte.
Javier Cáceres Espejo