Ahora que he estado con Mariani Molina, ahora que ha convocado al hermoso mundo de las sevillanas, al que últimamente tanto se le está muriendo en el alma, tanto de Tate Montoya, tanto del Niño Miguel, tanto de Isi Sayago Ahora vengo a rememorar, despertados por el cálido abrazo de mi gran amiga, especialmente los años del principio de la Cadena Dial, aquella de la Gran Vía madrileña, que estaba creciendo dentro del legendario edificio de Radio Madrid y después la Cadena Ser, y que dirigía un gran tipo llamado Paco Herrera. Yo sé de antemano que estas líneas van a emocionar a Mariani, porque fue precisamente Paco Herrera, todo un experto en la radiodifusión española, el que puso el ojo en la niña, se dio cuenta por anticipado de la valía que después demostraría y, llamando a las cosas por su auténtico nombre, la apadrinó.