Paloma Ponce Cuevas, hija del torero Enrique Ponce y Paloma Cuevas, fue bautizada en la parroquia del Sagrario de la Catedral de Córdoba en la tarde noche del viernes 19 de septiembre. La pequeña nació el pasado día 27 de abril en el madrileño Hospital Nuestra Señora del Rosario.Ponce, todo un padrazo aseguraba embelesado que su hija:"Es la mejor faena de mi vida. Además, no llora nada. Es buenísima. Come muy bien, incluso hay que saciarla con el biberón". A las ocho y veinte de la tarde comenzaron a llegar a la puerta de la Catedral los primeros asistentes a la ceremonia,alrededor de cincuenta personas. El apoderado y suegro del matador, Victoriano Valencia, con el brazo en cabestrillo, llegó a la Puerta de Deanes de la Mezquita junto a su esposa al tiempo que lo hicieron los padres de Enrique. Los abuelos no podían ocultar la alegría provocada por el bautizo. Entre los invitados destacó la presencia del también torero Miguel Báez, El Litri, que apareció del brazo de su esposa, Adriana Carolina Herrera,embarazada de su tercer hijo.
Enrique Ponce es desde el pasado fin de semana el primer torero que ha ingresado en la Real Academia de Bellas Artes de Córdoba. El torero recibió la distinción, la medalla, en el Palacio de Congresos de Córdoba, la tierra natal de su esposa Paloma Cuevas. Fue la primera aparición pública del matrimonio que espera su primer hijo para el mes de Abril
Sevilla salió pero, aún así, la boda del otoño a menos curiosos y menos prensa de lo que se esperaba. La expectación se mantuvo aunque, de cinco a siete de la tarde, lo más joven que se vio por los alrededores fue a Enrique Ponce y a Luis Astolfi secundados por muchos políticos sevillanos de segunda fila, que tuvieron que llegar a pie mientras el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, a quien por aquí llaman «el cabezón», entró en coche oficial hasta el patio donde no maduran los limones, porque los que colgaban de los árboles estaban de lo más verdes.