Crítica de cine: "El legado de Bourne"
Aunque el personaje de Jason Bourne fue llevado al cine hace varias décadas, ha sido en los últimos diez años cuando Hollywood le ha sacado el mayor partido, convirtiéndolo en un filón que ya lleva cuatro entregas. Sin embargo, los que hayan leído la trilogía de Robert Ludlum (y las novelas posteriores de su amigo Eric Van Lustbader, tras la muerte de Ludlum), habrán comprobado que el original literario no tiene casi nada que ver con las adaptaciones cinematográficas; de las novelas han cogido el título, las características del personaje y poco más. En esta versión de El legado de Bourne han ido más lejos: han hecho desaparecer por completo al personaje que interpretó Matt Damon en las tres primeras películas, y lo han cambiado por otro agente especial (los productores compraron los derechos de la obra pero Damon rechazó encarnar de nuevo a Bourne).
