Antonio Jiménez atribuye directamente a una decisión política su salida de Radio Nacional después de estar dos temporadas al frente del magazine Buenos Días. Se fue dolido. Pedro Piqueras no contó con él en el nuevo proyecto de la emisora estatal.
Han pasado las semanas y ahora participa en varias tertulias, con Carlos Herrera, en Onda Cero; y con Montserrat Domínguez, en Ruedo Ibérico, de Antena 3. Pero la mayor parte de su tiempo la invierte en dirigir y presentar A Fondo, en Radio Intereconomía
¿Intereconomía se ha transformado en el rincón de todos los que salieron de Radio Nacional de España tras la derrota del PP?
Esa es una falacia si más. Da la causalidad de que aquí han recalado en una tertulia periodistas que estaban en Radio Nacional, pero es un hecho simplemente casual.
¿Cómo va la nueva temporada?
Encantado. No imaginaba que podía estar tan a gusto. Es una nueva etapa que me ha motivado mucho, que además puedo compatibilizar, y esto se lo agradezco a Radio Intereconomía, con mi presencia en otras tertulias. Estoy consiguiendo lo que siempre he anhelado, ser un multimedia.
FICHA
Jaén, 1956
Casado, un hijo
Periodismo por la Universidad Complutense
Ha trabajado en Radio Nacional de España, en Onda Cero
En la actualidad es tertuliano en el programa de Montserrat Domínguez, en Antena 3; y de Carlos Herrera, en Onda Cero
Dirige y presenta el programa A Fondo de Radio Intereconomía
¿No extraña Radio Nacional?
No, no extraño esa etapa quizás porque me resultó muy dura. Viví la etapa más dura de aquella casa, coincidiendo con desastres como el Prestige, la guerra, donde se politizó excesivamente. El ambiente era tenso y desagradable.
Me refiero también a su salida.
Me contrarió en parte el hecho de que no contaran, ya no lo digo por mi, con otros compañeros. Nunca entendí que no se nos diera una oportunidad en esa casa y sobre todo porque nos identificaban con una etapa política.
Cuando salió de Radio Nacional dijo que los socialistas quieren seguir ajustando cuentas, ¿ahora sigue pensando lo mismo?
Esa es una impresión que yo saqué en aquel momento.
¿La sigue manteniendo?
No lo sé porque he perdido el contacto con compañeros que habían estado en esa casa. Me refería más a Radio Televisión Española, no tanto a Radio Nacional que también actuó así, pero sobre todo a televisión española. No han querido contar con muchos de mis compañeros por el simple hecho de haber estado en esa etapa y los han marginado. Creo que todo eso está animado por un equivocado revanchismo político.
Hace poco tiempo Luis del Olmo decía que la COPE y la Ser están a uno y otro extremo, ¿Radio Intereconomía dónde se sitúa?
Intereconomía es una radio independiente, neutral, que no está en ninguna batalla, es una radio que tiene sus señas de identidad, plenamente definidas por la economía, es la única radio especializada.
¿Está seguro que no tiene ninguna tendencia política y es especializada en economía?
Yo trabajo con una libertad absoluta. Lo único que aquí se persigue y se defiende son valores que tienen que ver con el derecho a la vida en general.
¿Cómo le va a su nuevo programa?
Estamos en el EGM, con sensaciones muy positiva en la medida que es un programa cuya estructura es totalmente nueva. Tenemos que recuperar una audiencia que está preocupada de los grandes temas sociales o políticos y sobre todo económicos. Creo también que es una radio alternativa a las grandes cadenas.
¿Con cuántos periodista trabaja en la redacción de Intereconomía?
Es una radio pequeña, quizás por ello tiene el encanto de los grupos de trabajo que te permite controlar absolutamente todo, en el buen sentido de la palabra. Hay muy buen ambiente y trabajo con un equipo suficiente como para sacar adelante el trabajo que nos hemos propuesto.
¿Cuántos son?
Ahora mismo en el programa nuestro, sin contar con los colaboradores que participan en tertulias,... podemos ser una seis o siete personas. Se habla de la televisión basura, de la prensa basura, pero no de la radio basura,
¿A qué se debe?
Sencillamente porque no se hace radio basura. La radio en España puede estar mas o menos idiologizada, mas o menos mediatizada por los colores políticos de la oposición o del gobierno, pero es muy digna, muy profesional. No tiene nada que ver con el espectáculo deprimente y frívolo que nos frece la televisión en algunas horas del día.
La polarización que se refleja en la radio ¿no le recuerda un poco a las peleas que da a conocer la llamada televisión basura pero llevadas a la política?
Si lo enjuiciamos por el acaloramiento de determinados tertulios probablemente en lo formal podamos parecernos. Pero no tiene nada que ver, felizmente ni en los contenidos ni en el fondo de las cosas que se discuten. Que haya acaloramiento, pasión, incluso vehemencia, a la hora de defender valores democráticos y principios, me parece extraordinario. Además la audiencia reclama eso, hay oyentes que quieren identificarse con esa forma de pensar.
Ha existido una polémica muy fuerte por las grabaciones que la Cadena Ser emitió sobre una conversación de presos de ETA, en que se desligan de los atentados del 11- M. ¿Qué le parece el uso de ese tipo de fuente?
A mi me parece muy bien que si han llegado a la Cadena Ser esas cintas, que las emitan. Yo no sé quién se las ha entregado ni como las han conseguido, eso me da igual. Lo que si me importa es que no se utilicen para rechazar la posibilidad de que haya otras voces que se puedan oír , por ejemplo en la comisión del Congreso.
¿Usted dice que la Ser las ha utilizado políticamente?
Pues sinceramente no he seguido la noticia de la Cadena Ser. Si sé que el Partido Socialista pedirá que esas cintas se utilicen en la comisión de investigación. Aunque también me gustaría que se escuchara la opinión de los confidentes.
¿Qué espera de la Radio?
La radio en España goza de una salud extraordinaria y ojalá regrese a esos niveles de competencia sin caer en el excesivo ruido político, sin estar tan pendientes de los partidos, sin que tengamos que estar siempre bajo sospecha. Me gustaríamos que recuperáramos un poco es radio de la transición, un poco más libre.