Tras el acto, Denilson se mostró sonriente y posó con una bandera española ante las cámaras de la prensa. El brasileño también aprovechó para realizar algunos comentarios sobre su actual situación en el club verdiblanco manifestó que «he aclarado mi situación y ahora tengo que intentar jugar en el Betis. He hablado con el entrenador que está contento de de que me quede aquí y también con el presidente, así que ahora lo que tengo que intentar es hacerme un hueco en el equipo», y valoró así las consecuencias de su nacionalización: «el pasaporte español es buena para mí y para el Betis. Primero para el Betis, que libera una plaza para poder fichar a otro extranjero» y reconoció que «yo también salgo beneficiado porque en caso en que me tenga que marchar a otro equipo».
Reunión con Lopera
Sobre el encuentro mantenido hace unos días con el máximo dirigente bético, y sus declaraciones posteriores en las que afirmaba que Denilson no sería cedido, comentó que «todos sabemos como es Lopera; entiendo que no quiera perder dinero y pretenda recuperar lo invertido con mi venta» y luego aclaró que «no tengo la culpa que se pagó por mí, mi única preocupación es poder jugar en un año muy importante, con mundial a la vista». El centrocampista zurdo profundizó sobre el resultado de aquella reunión y se refirió a la fórmula por la que cobraría en función de los partidos jugados con la elástica verdiblanca, «el presidente tiene su forma de pensar, pero a mí nadie me ha regalado nada, yo siempre he intentado lo mejor para todos».
Serra ya puede fichar el lateral que desee
La nacionalización de Denilson multiplica las opciones de la secretaría técnica del Betis para poder fichar un lateral derecho, posición para la que el técnico, Serra Ferrer, ha demandado con más insistencia una nueva contratación. Hasta ahora la preferencia era un jugador con pasaporte comunitario, ya que las plazas para extracomunitarios estaban copadas por el propio Denilson, Assunçao, Lembo y Oliveira. Sin embargo, con este perfil no se encontró a nadie que convenciera y, de hecho, las opciones que más sonaron en los despachos de Heliópolis fueron las de Cicinho y Paulo César, ambos jugadores brasileños sin pasaporte comunitario, lo que provocó que el Betis desistiera de sus contrataciones. Desde ayer únicamente el aspecto económico, junto la calidad del jugador, condicionarán a la directiva bética.