De hecho, los nervionenses llevaban 45 años sin acudir a una final del denominado "torneo del k.o". Y es que el Sevilla optó por primera vez a la Copa de España el 30 de junio de 1935, cuando se jugaba bajo el nombre de "Copa Presidente de la República".
Fue en el madrileño estadio de Chamartín y los blanquirrojos se alzaron con el triunfo ante el Sabadell por 3- 0, en un equipo en el que brillaban con luz propia nombres como los Eizaguirre, Euskalduna, Deva, Alcázar, Epelde, Fede, López, Torrontegui, Campanal, Tache y Bracero.
En 1939, con la Guerra Civil recién terminada, el Sevilla vuelve a ganar una Copa que ahora se llama del Generalísimo, y que viajó hacia la capital hispalense de la mano de futbolistas legendarios, como la célebre "delantera Stuka", compuesta por López, Pepillo, Campanal, Raimundo y Berrocal.
Aquella final fue en Barcelona, en el estadio de Montjuic y frente al Racing de Ferrol, del que los sevillistas se deshicieron por un contundente 6- 2, con Campanal en figura, ya que anotó tres de los tantos, mientras que Raimundo hizo dos y Torrontegui completó el "set".
El 4 de julio de 1948, el Sevilla llegó por tercera vez a la final de Copa, de nuevo en Chamartín, donde los de Nervión salieron victoriosos ante el Celta de Vigo, por 4- 1. El equipo lo integraban en aquella época hombres como Busto, Joaquín, Belmonte, Alconero, Antunez, Eguiluz, Pineda, Arza, Mariano, Doménech y Campos. Mariano fue el autor de tres de los goles y Arza completó la cuenta.
La cuarta vez que el Sevilla llega a una final fue en 1955. Un escenario ya conocido de sobras, Chamartín, vio caer en esta ocasión a los hispalenses ante el Athletic de Bilbao, por 1- 0, que anotó Uribe.
La quinta, y última final copera del Sevilla, hasta la del sábado, tuvo lugar en 1962, en el ya denominado estadio Santiago Bernabéu, donde el equipo anfitrión, el Real Madrid, ganó por 2- 1, después adelantarse los hispalenses por medio de Diéguez. Puskas, con gol de penalti, materializó el empate y se encargó de marcar, también, el tanto del triunfo a falta de dos minutos.