La eurodiputada socialista almeriense Mabel Salinas ha expresado su rechazo a una propuesta que tacha de excesivamente liberal y poco social. Así, no concibe que los planes de la Comisión para el futuro de la agricultura europea se basen fundamentalmente en desmantelar casi todos los mecanismos de mercado y desproteger a los agricultores.
"No se puede dejar todo en manos del mercado, y menos que nunca en estos momentos en los que asistimos a problemas de abastecimiento de materias primas, a escasos stocks de productos agrícolas y a las consiguientes subidas de precios de los alimentos", afirma Salinas.
Abundando en esta línea, la eurodiputada se ha mostrado contraria a una de las principales medidas propuestas por la Comisión, el desacoplamiento total de las ayudas con respecto a la producción, "precisamente ahora, que es cuando más falta hace que un agricultor reciba ayuda por producir". Del mismo modo señala que este desacoplamiento total tiene efectos diferentes sobre cada sector, y no se puede tratar a todos por igual: "no es lo mismo desacoplar en olivar que en algodón", insistió. En opinión de la almeriense, la propuesta va en detrimento de los verdaderos agricultores, nunca será la solución para ser más competitivos. Abogó además por mantener mecanismos de regulación de mercados eficaces, que aseguren la producción y el abastecimiento a precios razonables, y defendió la necesidad de redes de seguridad para todos los sectores y circunstancias, y no sólo en el caso de enfermedades.
Asimismo, Salinas se declaró a favor del desarrollo rural, pero no a que éste se base en el desmantelamiento del primer pilar de la PAC (medidas de mercado), sino que tenga su propia financiación: "no se puede concebir el desarrollo rural, el medio rural sin agricultura y sin agricultores", apostilló. Es por ello que se muestra contraria a un incremento de la modulación, esto es, la transferencia de fondos del primer al segundo pilar de la PAC, puesto que es el primer pilar, no regionalizado, el que se orienta a sectores específicos y a los verdaderos agricultores. El segundo pilar, basado en criterios regionales, se aplica sin distinción. Sí se mostró de acuerdo la eurodiputada en reducir y simplificar los requisitos de condicionalidad.
Se queja Mabel Salinas, por último, de que la propuesta de la Comisión "no tiene en cuenta la función social de la agricultura"; así, defiende que no se trata sólo de los agricultores, sino de toda la población europea que reclama seguridad alimentaria, una garantía de abastecimiento de alimentos de calidad a precios razonables. "Es cierto que nos enfrentamos a nuevos desafíos, como una mejor gestión del agua, la lucha contra el cambio climático o la defensa de la biodiversidad, pero son desafíos del conjunto de la sociedad, y no debe ser el sector agrario el único que los financie", concluyó.