
El marketing se suele asociar a las grandes firmas que realizan carísimas campañas publicitarias como Movistar y su famosa M en forma de alas. Esto al igual que otros muchos mitos sobre el marketing es mentira, puesto que en cualquier comercio podemos ver sus técnicas, incluso en los que a todas luces parecen más rudimentarios: los mercadillos ambulantes como los que se colocan cada fin de semana en el Charco de la Pava o en el Parque Alcosa de Sevilla. El marketing estudia, simplificando, producto, precio, distribución, comunicación y la investigación comercial. Variable por variable veremos como personas, en la mayoría de los casos sin ningún tipo de formación, aplican sus técnicas en este tipo de mercadillos. La más reseñable y con la que se condicionan el resto es la labor de investigación del mercado que realizan los responsables de cada uno de los tenderetes que se montan en estos mercadillos y que reparten en varios frentes: por un lado suelen estar muy enterados de las modas y tendencias o al menos de lo más importante, de lo que quiere la gente. Asimismo, envían a sus colaboradores a comprobar los productos y precios de los competidores que tienen en el mismo recinto. Por último rastrean las fábricas que van a cesar en su actividad, realizan grandes colecciones a precios bajos o bien descatalogan partidas enteras de artículos y que, para evitar los costes que su almacenamiento le suponen, venden a precios incluso por debajo de su coste. De esta forma, en función de los artículos conseguidos, las tendencias y el precio que observan en su competencia más directa, configuran su oferta de productos y los precios que les colocan a los mismos. En todo esto hay que reseñar una de las cualidades más significativas de este tipo de comerciantes: su flexibilidad, puesto que son capaces de poner en venta cualquier tipo de artículo, mientras se venda, de un día para otro, y cambiar sus precios en cuestión de segundos. La distribución, la forma de llevar hasta las manos de los clientes sus productos, generalmente ropa, telas o zapatos, la realizan mediante sus vehículos, que les permite llegar a las diferentes poblaciones, donde se organizan estas concentraciones de vendedores, entresemana en pueblos y los domingos en las capitales. La comunicación puede ser el punto más simpático y anecdótico del negocio: famosas son las frases ¡señora, hoy estoy que lo regalo!, o !a un leuro! y otras muchas. Pero no queda ahí la utilización que realizan de esta variable, las promociones de 3x2 o la venta en paquetes de varias unidades, suelen ser sus mejores aliados para conseguir su principal objetivo de vender muchos artículos ya que sus márgenes por unidad suelen ser bajos. Sin olvidar la habilidad negociadora y el poder de embaucar de la mayoría de los dedicados a este tipo de comercio. Así de fácil es el marketing, no hace falta tener un gran departamento en la empresa dedicado a ello y mucho menos un elevado presupuesto de gastos. Tanto que se puede aplicar por personas no han leído ni oído nada sobre el tema (a lo mejor no les hace falta, lo llevan dentro) en mercadillos que se celebran en descampados con suelos de tierra, con tiendas que son estructuras metálicas desmontables e infraestructuras mínimas. Y lo mejor de todo, utilizan útiles técnica de marketing, sin tener ni idea de que lo hacen, y a coste cero consiguen excelentes resultados.

