En el Colegio Médico de Sevilla, con motivo del nuevo curso académico, de la Sociedad de Médicos Escritores y Artistas “Nicolás Monarde”, Dr. D. Epifanio Lupión Cruz, pronunció en días pasados en la Aula Dr. Andreu Urra una disertación sobre “Las enfermedades de Carlos I de España”.
Dio la Bienvenida a los asistentes del acto el Dr. D. Ángel Alberto Núñez Moreno, Presentó al ponente el presidente de la Asociación el Dr. D. Carlos Gálvez Martínez.
El ponente dijo que la madre de Carlos I fue Juana la loca, víctima de un proceso psicótico que al principio se manifestó solo por un delirio de celos hacia su marido Felipe I. La llegada al mundo de Carlos aconteció cuando la madre se encontraba en el uso de un pequeño retrete. Aunque podría ser unas letrinas o un gabinetillo, provocando en el neonato unas lesiones cerebrales generada por la súbita retirada de la compresión inducida por el tránsito natal. Como consecuencia de la encefalopatía para natal leve, el bebé sufrió cierto retraso motor y algunas crisis epilépticas que sin embargo no tuvieron continuidad en su edad adulta.
Carlos I de España o Carlos V de Alemania, sufría de una enfermedad genética que producía una amplia o prominente mandíbula inferior, fue una deformidad que se puso mucho peor en las generaciones posteriores de los Habsburgo, dando origen al termino mandíbula de Habsburgo. Esta deformidad fue causada por varios años de endogamia en la línea familiar de los Habsburgo, que era práctica muy común en las familias reales de la época y se practicaba con el fin de mantener el control dinástico de los territorios. Carlos I de España también sufría de epilepsia y fue afectado seriamente con gota. Esto fue causado probablemente por una dieta que consistía principalmente de carne roja .Con el envejecimiento, su gota paso de ser un dolor paralizarlo. En su retiro, fue llevado alrededor del monasterio de Yuste (Extremadura) en una silla de manos. Una rampa fue construida especialmente para permitir su fácil acceso a sus habitaciones.
Carlos I deja el gobierno imperial a su hermano, el rey de romanos Fernando y la de España y las Indias a su hijo Felipe. Ya que no es capaz de dirigir los imperios a causa de la enfermedad que tenia la gota (enfermedad que se produce a causa de llevar una vida poco saludable).
Un mes antes, en el verano de 1558. Comenzó a sufrir episodio brusco de fiebre alta acompañada de sudoración, debilidad y pérdida de su habitual y voraz apetito. Pese a las sangrías y purgante, empeoró. Pese a sus amuletos para alejarse la enfermedad como la, piedra azul contra la gota; piedras engarzadas en oro, contra las llagas que le supuraba y brazaletes de oro contra las hemorroides. Finalmente el Emperador del Viejo y Nuevo Mundo, falleció el 21 de septiembre de 1558 a los 58 años de edad, aunque parecía un hombre más viejo que apenas podía caminar, murió de malaria tras un mes de agonía y fiebre, causado por la picadura de un mosquito.
Foto Antonio Rendón Domínguez