Presentada, una vez más, por el pintor Antonio Montiel, quien fue nombrado el pasado año "Embajador" de esta ONG.
Un año más, después de dos de silencio se abría el telón del teatro Cervantes de Málaga para presentar la XXVI Gala del Teléfono de la Esperanza de esta localidad. Lo hacía un año más y desde 2017, el pintor malagueño Antonio Montiel, contribuye con esta ONG presentando y dirigiendo este acontecimiento anual con verdadera pasión y entrega. Una entrega que le llevó a recibir el título de "Embajador del Teléfono de la Esperanza" el pasado año en Madrid, durante la Gala del 50 Aniversario junto a personalidades como Rafa Nadal, Irene Villa o el psicólogo Rojas-Marcos.
En su intervención Montiel hizo un breve repaso a la historia y a la importancia del Teléfono de la Esperanza en la sociedad de hoy e invitó al presidente de Málaga, Juan Sánchez Porras a dar la bienvenida a todos los asistentes, entre los que se encontraban autoridades y personalidades de la vida pública malagueña.
Sánchez Porras explicó que se han recibido 26.700 llamadas durante 2021, y para atenderlas se necesitan recursos. De hecho, el número de personas que descuelgan el teléfono para ponerse en contacto con ellos y ver luz en las sombras se ha duplicado desde 2019, cuando recibían 13.000 llamadas anuales. En 2020 también crecieron los números, llegando hasta las 17.000. La mayor parte de esas llamadas, explica que son a causa de situaciones de violencia de género, momentos de crisis, sentimiento de soledad o suicidios.
Tras las palabras del presidente, Antonio Montiel dio paso a lo que sería la gran atracción de la noche; el nuevo espectáculo del actor cómico Ángel Garó que lleva por título "Tango mío"
"Tango mío" es una vuelta de tuerca sobre el renacimiento y los cambios que la vida da a partir una serie de elementos visuales que ayudan a representar al actor en su función y en la parte aspiracional que el público quiere ver.
El diseño toma como inspiración la historia de Tanguito en su biopic ‘Tango Feroz’ y las fuentes utilizadas en los años 40 para cartelería teatral. Un claro homenaje al teatro, la danza y, sobre todo, al tango como hilo conductor de la historia.
Con vestuario transgresor del diseñador malagueño Ángel Palazuelos, Garó va desgranando todo un recuerdo a su carrera artística con el apoyo de su hermana Olga Garó, con quien realizó diferentes sketches y bajo el acompañamiento de la acordeonista, Esperanza Avilés.
Una vez más el linense afincado en Málaga, volvió a poner en pie a su público, al término de la representación.