Continúa el proceso de la causa de beatificación del Padre José María Lerchundi (OFM)
En el Camino hacia los altares

El tiempo pasa inexorablemente, y la memoria colectiva es débil, por lo que personajes que fueron piezas fundamentales en el desarrollo de nuestra historia pasan a ser para muchas personas de las nuevas generaciones de chipioneros y visitantes perfectos desconocidos.
D. Manuel Tolosa Latour, nació en Madrid el 8 de agosto de 1857 y falleció el 12 de julio de 1917. Médico, Catedrático en Pediatría y escritor. Desde su juventud compartió sus aficiones entre la literatura y la medicina.
A.- QUIEN FUE EL P. LERCHUNDI José Lerchundi, a quien en nuestro pueblo conocemos por P. Lerchundi, había nacido en el costero y pintoresco pueblo guipuzcoano de Orio, el 24 de febrero de 1.836. Soplaban por entonces vientos de guerras carlistas. Sin embargo, Josechu, a sus quince años y mientras hacía sus estudios, ya le rondaban en su cabeza sueños misioneros. Después de su paso por el Santuario de Ntra. Sra. de Aránzazu, a los veinte años, ingresa en el Colegio Misionero de Priego (Cuenca), donde pide el hábito de la Orden franciscana, profesa y es ordenado sacerdote en el 1.859. En enero de 1.862, sin cumplir aún los veintiséis años y con una salud quebradiza, entra el P. Lerchundi en Marruecos por Tánger. Sería en esta ciudad donde fallecería, el 8 de marzo de 1.896, a los sesenta años de edad y después de treinta y cuatro de trabajo misionero, ejercido con celo y prudencia, y de prestar grandes servicios a la Iglesia, a España y al Imperio Magrebí. Sin duda fue el misionero más egregio que tuvo la Misión desde su restauración en 1.859, en la que ocupó los cargos de máxima responsabilidad. Erigió escuelas para europeos e indígenas, creó estudios de árabes para los misioneros, de los que salieron esclarecidos arabistas. Restableció las casas-misión de Larache, Safí, Rabat, Casablanca y Mazagán. El mismo estudió el árabe que dominaba a la perfección, del que publicó una Gramática y un Diccionario que le convirtieron en uno de los mejores arabistas españoles. A él se le debe también la fundación de la imprenta hispano-arábiga de la misión, la creación de una barriada de casas baratas, del Hospital Español, de la Escuela de Medicina, de la Cocina Económica, etc.