La pareja llegó por separado al Castillo Soto de Viñuelas, donde se ha celebrado la ceremonia civil pasadas las 12 y media del mediodía. Para salvaguardar la exclusiva, el matrimonio se ha vestido en el interior de la finca. Entre los más de 500 invitados se encontraban la Duquesa de Alba, Massiel, Lucio, Remedios Cervantes o Bibiana Fernández, una de las más elegantes.
27 años después de darle el sí quiero a Guillermo Furiase, padre de sus dos hijos en una multitudinaria boda en Marbella, donde Lola Flores pronunció aquel célebre Si me queréis algo irse, la hija mayor de La Faraona se ha casado en la mañana del viernes en segundas nupcias con Pablo Durán, el actor cubano con el que mantiene una relación sentimental desde 2005.
La pareja, al contrario de lo que manda la tradición, no han dormido en casas separadas y han salido con pocos minutos de diferencia aunque en coches separados del chalet que comparten en la zona norte de Madrid.
El primero en llegar al escenario de su boda fue el novio, que conducía el coche que suele llevar Lolita. Sobre las 11 de la mañana llegaba la novia, Lolita, de 52 años. Lo hacía con ropa de sport y sin peinar, ya que al igual que Pablo se vistió y peinó dentro para salvaguardar la exclusiva que la pareja ha vendido a la revista ¡Hola!.
Pedro Lazaga, el marido de Rosario Flores fue el primer invitado en aparecer. Cámara en mano, el cuñado de Lolita quiso inmortalizar a los medios que se encontraban en la entrada del castillo para ver pasar a los invitados. Estas imágenes serán, tal y como él mismo confirmó, parte del vídeo que les regalará a la pareja por su boda..
En otro coche llegaba la hermana de la novia, Rosario, que, al igual que su hermana llegó con ropa de calle para cambiarse en el interior. Quien sí llegó con el vestido de la celebración fue la modelo sevillana Remedios Cervantes, quien aseguró a los medios que el regalo para su amiga sería una lámpara.
Elena Furiase llegó junto a su novio, Leo Perugorría, que ha viajado desde Cuba para asistir al enlace de la que podría ser su suegra. La joven actriz llegó al Castillo con un vestido blanco roto y el pelo suelto.
Juntas también hicieron su entrada en la finca Ana Villa, viuda de Antonio Flores, y su hija, Alba, con un vestido azul y hombro al aire. Tampoco faltó, como era de esperar, Juanito 'El Golosina', que es, como siempre dicen los Flores, de la familia. Tampoco faltó Toñi González, su hermana por parte de padre y con quien Lolita tiene una excelente relación.
Entre los más de 500 invitados entre familia y amigos se encontraban Charo Reina, testigo por parte de la novia, Los Morancos, Antonio Carmona y Mariola Orellana, Los del Río con sus respectivas familias, la Duquesa de Alba, Paquita Rico o Carmen Sevilla, íntima amiga los Flores desde hace décadas.
Demostrando la buena relación que mantienen después de su ruptura, Juan Y Medio no quiso perderse la boda de la que fue su pareja durante cinco años. Acompañado de su novia y su madre, aseguró que Lolita es como de la familia y , con su particular sentido del humor, dijo que no les acompañaría en la luna de miel debido a compromisos profesionales.
Una de las más elegantes fue Bibiana Fernández, que eligió un vestido cóctel de lunares y un tocado con forma de pamela. También con tocado, aunque éste en un tono mucho más llamativo, acudió Mª Ángeles Grajal, acompañada por su marido, Jaime Ostos.
Otra invitada que eligió este accesorio para su total look fue la cantante Marta Sánchez, gran amiga de Lolita. La artista llevaba uno en forma de flor en rosa palo, vestido drapeado y abriguito en el mismo tono. Fue, junto a Bibiana, una de las que más acertaron con sus estilismos. Massiel optó por un conjunto en tonos verdes y explicó a su llegada que iba a regalar a la pareja un broche de 10 rubíes comprado en los años 50 en una conocida joyería de la Gran Vía madrileña.
El padrino, su hijo Guillermo Entre los pocos detalles que han trascendido de la boda, cuyas imágenes del interior podremos ver este miércoles en la revista ¡Hola! está el del padrino, que por expreso deseo de la novia será su propio hijo, Guillermo Furiase Jr. Su ex marido, Guillermo, también fue otro de los invitados al enlace.
Se sabe, también, que el vestido está firmado por Pronovias, es de color blanco roto y tiene cierta inspiración hippy.
El novio, por su parte, no quiso desvelar cómo sería su traje, y entre bromas afirmó que iría con una túnica. Eso sí, a la entrada del Castillo dijo que estaba muy nervioso.
Después de darse el sí quiero en la ceremonia civil, los recién convertidos en marido y mujer se han unido al resto de invitados para tomar un cóctel en los jardines del Castillo. Después, se ha celebrado el tradicional banquete nupcial, aunque esta vez en uno de los salones de este bello e histórico enclave.
Un día con grandes ausencias Aparte de la felicidad por dar el sí quiero al hombre que conoció siendo su compañero en Ana y el trópico hace cinco años, Lolita tendrá, como siempre, un recuerdo muy especial para sus padres, Lola y Antonio González y su hermano Antonio.
Precisamente el día 17 -tres después de su boda- se cumplen 15 años de la muerte de la Faraona, una de las personas más importantes de la vida de la novia.
Tampoco ha podido acompañar a la cantante y ahora diseñadora su tía, Carmen Flores, por motivos de trabajo. Pese a ello, todos sus hijos, incluido Quique Flores, el entrenador del Atlético de Madrid, sí han acompañado a su prima en un día tan importante.
Se cumple así el sueño de esta artista, perteneciente a una de las sagas con más nombre en España, de hacer una boda en la más estricta intimidad y donde, seguro, no faltarán ni la música ni el baile. De eso, los Flores y la mayor parte de sus invitados, saben mucho. Será, sin duda, una boda con mucho arte